Años atrás había que salir a la calle, hablar con personas, juntarte con amigos, ir a bailar, ser sociables y conocer gente si no querías estar solo. O se hacía por “presión social”- Pero hoy la tecnología, aparte de ayudar a buscar compañia, te la inventa e iteractúa.
Watching Cute Girl es una aplicación japonesa. La persona que la descarga arma el perfil del amante que más le guste,seleccionando el color del cabello, el peso corporal, el color de ojos, entre otras cosas. La pareja virtual inventada está alerta vigilando lo que hace el usuario, siempre y cuando la pantalla de la computadora esté encendida. Es como una pareja real, describe todos sus sentimientos y hasta se pelea virtualmente con su pareja humana.
Aplicación “Watching Cute Girl”
Otra aplicación utilizada por los solitarios es Invisible Boyfriend ó Invisible Girlfriend, dependiendo el gusto sexual de cada uno. El usuario le da un nombre, un rostro, le pone edad, le inventa un perfil y una personalidad específica. Esta aplicación imita una relación real, la pareja virtual manda mensajes de texto y de voz en tiempo real.
Aplicación “Invisible Boyfriend” ó “Invisible Girlfriend”
También existe Lonely, aplicación creada para aquellos que quieren dar lástima y tal vez de esa manera logran encontrar algún alma caritativa que quiera cuidarlos y sacarle las penas. Ésta aplicación consiste en publicar status acerca de los sentimientos de soledad presentes en el momento. La aplicación trabaja con GPS, y alerta a usuarios a través de notificaciones cuando hay personas cerca que están compartiendo sentimientos similares.
Para reunir solitarios, “Lonely”
Hay también otras opciones, como una almohada con forma de piernas femeninas para abrazar y cuidar. Éstas trabajan con auriculares Oculus Rift. Los usuarios usan el auricular e interactúan con el personaje femenino. Pueden sentarse con ella y mantener una fluida conversación durante horas.
Almohadón con forma de piernas para hacerte compañía.
Descargar estas aplicaciones cuesta entre 25 y 50 dólares. Parece que es más barato un novio virtual que contar las penas en un diván.