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Son argentinos, se conocieron por el surf y crearon un original negocio en Estados Unidos

Hokali, es un marketplace que conecta a estudiantes que quieren tomar ''surf lessons'' con instructores y escuelas de surf en Estados Unidos. 

17 Octubre de 2021 06:00
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Ignacio Viau y Tomás Bisi son argentinos, tienen 34 y 32 años, respectivamente, y se conocieron en el mar mientras llevaban a cabo su gran pasión: el surf. Se conocieron por amigos en común y no tardaron en entablar una gran amistad, mientras aprovechaban la fuerza de las olas en San Francisco para realizar amplios giros y maniobras sobre sus tablas.  "A partir de ahí empezamos a surfear juntos en un montón de lugares y nos hicimos amigos", recuerdan.

Ignacio es abogado y antes de mudarse a Estados Unidos había abierto su propio estudio jurídico, mientras que Tomás fue coach de alto rendimiento en náutica durante casi una década y se recibió de "ingeniero en sistemas" en Estados Unidos. Pero sólo comparten la pasión por el surf, sino que ambos tienen un alma emprendedora que los impulsó a crear su propia startup que, hoy en día, no deja de crecer.

La idea siempre fue clara: crear algo que tuviera un buen impacto en la naturaleza y que, a su vez, refleje la pasión y el amor de ambos por este deporte acuático. Fue en diciembre del 2019, cuando estaban por entrar al agua en Ocean Beach, (la mejor playa en San Francisco para surfear) donde vieron a un surfista que salía del agua, se agachaba y agarraba una bolsa de basura tirada en la playa. Esa imagen fue el motor que necesitaban para iniciar.

Sin ningún tipo de inversión externa, los dos socios fundadores pusieron US$2000 de su bolsillo y crearon Hokali, un marketplace que conecta a estudiantes que quieren tomar ''surf lessons'' con instructores y escuelas de surf. Fue así que en Enero de 2020 lanzaron la plataforma online de prueba y al poco tiempo ya tenían más de 50 clases reservadas. Al día de hoy, ya superaron las 2000 clases conectadas. Y, avisan, van por más.

De hecho, en tan sólo cuatro meses facturaron US$30.000 a pesar de que la empresa fue fundada en pleno apogeo del coronavirus. "Hoy ya superamos las 2 mil clases conectadas y seguimos creciendo mes a mes. Nosotros nacimos en pandemia, entonces no conocemos otro estado que no sea el e la pandemia. Desde que nacimos en plena pandemia venimos creciendo y no sé cómo sería antes, pero hoy Hokali funciona", cuenta Viau en diálogo con BigBang.

En promedio, las clases cuestan US$100 y pueden ser particulares o grupales. Sin ir más lejos, en promedio son chicos de entre 8 y 10 años o jóvenes mayores de 27 los que asisten a las clases. "El 2020 para mi fue un año increíble, porque fue el año donde fundamos Hokali. No quería que termine el año. De hecho, el último año hábil del año pasado cerramos un contrato con la empresa con la que desarrollamos el marketplace", señala el abogado.

Y afirma: "La inversión inicial fue de 2000 dólares para sacar el seguro, crear las sociedades y el marketing en abril del 2020. Al día de hoy ya llevamos alrededor de 400 mil dólares de facturación bruta. Hoy estamos buscando expandirnos y eso necesita una inversión alta. No tenemos un balance positivo, pero es normal siendo una empresa de un año y cinco meses. Estamos en San Francisco, Los Ángeles, San Diego y recientemente hablamos de expandir a Hawái".

Pero lo que hace a Hokali realmente tan especial es que estos emprendedores decidieron donar dinero a organizaciones sin fines de lucro que tienen como objetivo preservar el océano y todo su ecosistema por cada reserva hecha a través de su plataforma. "Con cada clase que conectamos hoy tenemos distintas alianzas con organizaciones no gubernamentales. Tenemos un proyecto muy lindo en Argentina donde ayudamos a gente de bajos recursos a conectarse con el mar y reinsertarse socialmente con la enseñanza del surf. Para cerrar el año queremos conectar mil clases entre noviembre y diciembre para poder becar a diez chiquitos acá de Mar del Plata", cuenta Viau,

Según le explicó a este sitio, la idea es conectar 1000 clases de surf en su plataforma con el fin de financiar 10 becas para niños de bajos recursos de Mar del Plata para participar del programa “Mar y Playa” de Scholas Ocurrentes, una red de escuelas patrocinada por la Iglesia Católica para promover la vinculación de todas las escuelas del mundo. Además, una vez al mes organizan “beach cleanings” en donde invitan a todos los estudiantes a colaborar con la limpieza de las playas y, a modo de agradecimiento, brindan una clase grupal gratuita para todos los que quieran participar.  "Siempre tuvimos desde el día cero ese sentimiento de ayudar", detalló. 

De acuerdo con Viau, la próxima ubicación que tienen en mente para expandirse es Puerto Rico, con el plus que de abordarán otros deportes extremos como el Kitesurf. "El 2021 probablemente hagamos un experimento con el esquí y el snowboard. Hoy por el hoy tenemos el foco en Estados Unidos y la idea es expandirse también a Australia o Nueva Zelanda. Todavía no tenemos el foco puesto en América Latina", resaltó.

Al día de hoy, Hokali alcanzó una facturación bruta de medio millón de dólares y obtuvo una inversión de familiares y amigos por un total de $190,000 dólares. Actualmente, sus fundadores están buscando una inversión semilla de $750,000 dólares para poder expandir su plataforma hacia nuevos deportes como por ejemplo kitesurf, windsurf, tenis y golf, y lograr así abrir operaciones en otros países.

La entrevista completa

¿Cómo se conocieron vos y Tomás?

- Con Tomi nos conocimos en San Francisco, California, porque tenemos amigos en común. Estábamos los dos viviendo ahí, nos gusta mucho el surf y nos conocimos en el agua. Estábamos surfeando, me encontré con amigos y me presentaron a Tomi, que se había mudado hace poco. A partir de ahí empezamos a surfear juntos en un montón de lugares y nos hicimos amigos.

Yo ya venía invirtiendo: mi primera empresa la tuve en Buenos Aires y la segunda en San Francisco. Yo me recibí de abogado y mi primer emprendimiento fue un estudio jurídico que todavía sigue existiendo. Mi segundo emprendimiento no tuvo nada que ver con la carrera y estuvo ligado al rubro gastronómico: un catering premium de asados argentinos que todavía existe en California. Estaba buenísimo, pero no me divertía. Nos dejamos llevar un poco con la pasión cuando creamos Hokali. 

¿Cómo surgió la idea de fundar Hokali y cómo funciona?

- Hokali es un nombre que inventamos cuando quisimos ver si esta idea de conectar alumnos con profesores y escuelas podía funcionar. La teoría dice que no hace falta pensar un nombre, sino que hay que salir rápido y validar. Un día fuimos a surfear y cuando salimos del agua nos fuimos a un bar para elegir un buen nombre. Hokali es una frase que inventamos nosotros, inspirándonos en palabras hawaiana.

No queríamos copiar exactamente una palabra hawaiana porque a ellos no les gusta que copien frases o dichos de ellos, pero quería que tuviera algo que ver con el mar y fue el resultado de varios nombres. Uno era Hokai y el otro Hokali y tras una votación de amigos quedó Hokali. 

Es una plataforma que le permite a un estudiante o a la persona que quiera aprender un deporte extremo -hoy nos estamos enfocados en el surf pero nos vamos a expandir a otros, como el esquí o el snowboard- a conectarse de la manera más fácil con un profesor. Y para un coach y una escuela, es la manera más simple de adquirir clientes.

Tenemos un software que le permite manejar sus operaciones diarias, o sea que le simplificamos todo a la escuela y al alumno. Hokali le permite buscar a las personas profesores u escuelas acorde a sus necesidades. Por ejemplo, buscar un coach que tiene más habilidades para niños, adultos, para personas con un nivel intermedio o avanzado.  

Los estudiantes tienen la posibilidad de elegir en qué playa tomar la clase y el tipo de instructor de surf que necesitan. Además, pueden optar por alquilar el equipamiento en un surfshop cercano a través de la misma plataforma. Hokali brinda clases privadas, en pareja y grupales para principiantes y personas con nivel intermedio. Los niños a partir de los cinco años también pueden tomar sus clases.

El proceso es bastante simple y para ser un coach de Hokali se requiere una serie de certificados y permisos simples. En cuestión de días ya te podés sumar a la plataforma y para una escuela de surf el proceso es similar. Hay profesores que comenzaron a trabajar con nosotros, con 15 años en el rubro, y nunca dieron clases.

No es un requisito tener experiencia en enseñar, pero sí estar involucrado en el deporte desde hace muchos años. Los mejores profesores no son los que mejor practican el deporte, sino los que tienen mayor vocación en la enseñanza. Les exigimos tener por lo menos 10 años de experiencia como surfista, un certificado de primeros auxilios y de reanimación cardiopulmonar (RCP) y deben tener interés por educar a la gente a cuidar las playas y el mar.

¿De cuánto fue la inversión inicial? 

- La inversión inicial fue de 2000 dólares para sacar el seguro, crear las sociedades y el marketing en abril del 2020. Al día de hoy ya llevamos alrededor de 400 mil dólares de facturación bruta. Hoy estamos buscando expandirnos y eso necesita una inversión alta. No tenemos un balance positivo, pero es normal siendo una empresa de un año y cinco meses. Estamos en San Francisco, Los Ángeles, San Diego y recientemente hablamos de expandir a Hawái.

La próxima ubicación que tenemos en mente es Puerto Rico y estamos con ganas de expandir a otros deportes en breve, como el Kitesurf. El 2021 probablemente hagamos un experimento con el esquí y el snowboard. Hoy por el hoy tenemos el foco en Estados Unidos y la idea es expandirse a Australia o Nueva Zelanda. Todavía no tenemos el foco puesto en América Latina. Pero el mercado americano es infinito y nos sacaría de foco pensar en expandirnos todavía.

¿Actualmente cuántos alumnos tienen registrados y cuál es la meta a alcanzar?

- Hoy ya superamos las 2 mil clases conectadas y seguimos creciendo mes a mes. Nosotros nacimos en pandemia, entonces no conocemos otro estado que no sea el e la pandemia. Desde que nacimos en plena pandemia venimos creciendo y no sé cómo sería antes, pero hoy Hokali funciona. 

El 2020 para mi fue un año increíble, porque fue el año donde fundamos Hokali. No quería que termine el año. De hecho, el último año hábil del año pasado cerramos un contrato con la empresa con la que desarrollamos el marketplace. Con cada clase que conectamos hoy, tenemos distintas alianzas con organizaciones no gubernamentales y estamos donando a estas organizaciones.

Una de ellas es Sea-Trees, una ONG allá de California que hace restauración del área. Por cada clase, hacemos la restauración de metros cuadrados y por otro lado tenemos una muy linda alianza con Scholas, una organización no gubernamental que nace en Italia, y tenemos un proyecto muy lindo en Argentina donde ayudamos a gente de bajos recursos a conectarse con el mar y reinsertarse socialmente con la enseñanza del surf.

Para cerrar el año queremos conectar mil clases entre noviembre y diciembre para poder becar a diez chiquitos acá de Mar del Plata. Cuando arrancamos con Tomás a pensar ideas sobre la empresa y demás, en un primer momento quisimos fundar una ONG y hablamos con varios directores en ese momento.

La conversación en el mar siempre era que emprendamos. Empezamos desde un primer día a hablar con ONG, que nos cuenten sus problema y al final decidimos armar una empresa normal y desde ahí ayudar a estas ONG. Siempre tuvimos desde el día cero ese sentimiento de ayudar, por eso desde el primer día hicimos la alianza con Sea-Trees. También tenemos una alianza con otra ONG de San Diego que ayuda a chicas que sufrieron maltrato físico.