Luego de dos semanas sin servicios de fumigaciones ni control de plagas, las ratas y otras alimañas parecen haber recuperado parte del terreno perdido en la ciudad. En varios barrios porteños se multiplicaron las consultas a empresas fumigadoras, que si bien hasta hace algunos días no podían hacer su trabajo por la cuarentena total, desde el viernes quedaron exceptuadas y ya pueden salir a hacer su trabajo. El impacto del cierre de comercios, sobre todo gastronómicos: ¿son más o ahora se dejan ver?

Según publica el diario Clarín, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad aseguró que no registraron un aumento en la cantidad de roedores en las calles. "Quizás se puede haber llegado a ver más porque, como no hay tanta gente en la calle, salieron más también", explicaron subrayando también que los operativos de desratización que lleva adelante la cartera continuaron a pesar de la cuarentena.

Cambio de hábitos

Sin embargo, Amílcar Pérsico, vicepresidente de la Unión de Cámaras y Asociaciones de Buenos Aires en Manejo de Plagas (UCABA), señaló en el mismo medio que aumentó el número de llamados que reciben las empresas de manejo de plagas.

"A largo plazo inciden también el cambio climático y otros factores. Pero también el hecho de que las plagas tienen una altísima tasa de reproducción y, si no se hacen controles, se dan estas consecuencias", expresa.

Paralelamente, con los locales del rubro gastronómico inactivos, los contenedores ya no tienen tantos residuos comestibles, por lo cual roedores e insectos cambian de hábito. Así, buscan comida dentro de los lugares donde haya almacenamiento de insumos, o salen a las calles para ingresar a casas de familia. 

Por lo pronto el rubro del control de plagas fue incluido entre las ocho nuevas excepciones al aislamiento social preventivo, y las empresas de fumigación volvieron a trabajar a partir del viernes.