Con lenguaje de señas y bajo reserva, comenzó este lunes el juicio oral a dos curas y un laico acusados por abusos sexuales y violaciones en el Instituto para niños hipoacúsicos Antonio Próvolo, de la localidad mendocina de Luján de Cuyo. Están acusados por más de una decena de casos ocurridos entre 2007 y 2016, aunque la misma institución fue acusada en Italia por hechos ocurridos en la década de 1980.
Se trata de una de las causas de abusos en la Iglesia más importantes que se investigan en la Argentina. Los hechos ocurrieron entre 2007 y 2016 en el Instituto Próvolo, una institución para niños y adolescentes sordomudos. El juicio será histórico además porque será el primero en realizarse con lenguaje de señas y traducción simultánea para garantizar los derechos de las víctimas y sus familiares.
Los acusados son los sacerdotes Nicola Corradi, de 83 años y detenido en prisión domiciliaria; y Horacio Corbacho, de 59 años. Además, sentarán en el banquillo de los acusados a Armando Gómez, un laico que trabajaba como empleado administrativo en el Próvolo de Mendoza. Los tres llegan imputados por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores”. Por el tipo de delitos, podrían recibir condenas de hasta 50 años de cárcel.
Corbacho está acusado por 16 abusos, de los cuales ocho son abuso sexual agravado con acceso carnal. Corradi y Gómez fueron acusados por seis abusos sexuales cada uno. La otra acusación formal es por corrupción de menores. La investigación en instrucción comprobó que obligaban a los niños a ver diversos materiales pornográficos. Las denuncias fueron reveladas en 2016 y las víctimas tenían entre 5 y 16 años en el momento de los abusos.
Hasta ahora, la causa ya tiene un condenado, el monaguillo Jorge Bordón, de 51 años, que en septiembre del año pasado confesó haber abusado a 11 niños, y en un juicio abreviado recibió una pena de 11 años de cárcel. Corbacho, Gómez y Bordón están detenidos, mientras que Corradi fue beneficiado con la prisión domiciliaria por su avanzada edad. Un quinto acusado, el empleado del Próvolo Luis Ojeda, fue imputado por abuso agravado, aunque luego fue sobreseído y declarado inimputable. Durante la investigación, reveló que fue víctima de abusos de Corradi.
Las denuncias salieron a la luz por el testimonio de ex alumnos, que relataron durante meses los abusos de los que fueron víctimas por parte de los cinco integrantes de la institución, dos de ellos sacerdotes de la Iglesia Católica. Durante la instrucción del expediente se realizaron decenas de declaraciones testimoniales y se recurrió a cámaras Gesell para la declaración de las víctimas.
“SON FALSOS Y DEMONÍACOS”
El testimonio de una de las víctimas, Ezequiel Villalonga, de apenas 18 años, es uno de los más estremecedores. El joven es sordomudo desde los siete años y pasó su infancia y adolescencia en el Próvolo, ya que el instituto religioso tenía la especialidad de la enseñanza a niños con discapacidad auditiva y trastornos del lenguaje. “Todo dentro de la Iglesia es falso. Todo lo que nos hacen leer, decir, cómo debe ser la persona. Pienso que son falsos y demoníacos”, escribió.La investigación reveló que los cinco acusados atacaban a los niños y adolescentes mientras dormían. El fiscal Gustavo Stroppiana reveló que una de las víctimas declaró que había sido abusado mientras estaba “atado con cadenas”. “Encontramos profilácticos y pastillas anticonceptivas en los allanamientos”, contó.
PRÓVOLO, UNA HISTORIA MARCADA POR ABUSOS EN ITALIA, MENDOZA Y LA PLATA
El caso Próvolo de Mendoza salió a la luz gracias a dos testigos protegidos. Nicola Corradi, uno de los curas acusados, cuenta con un oscuro prontuario. Llegó a la Argentina en 1970, trasladado desde el Próvolo de Verona, en Italia, luego de múltiples acusaciones por abusos que según datos de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en la Argentina involucraban a 70 niños. De acuerdo a la organización, las violaciones fueron encubiertas por la Iglesia.
Corradi se hizo cargo del Próvolo de La Plata, aunque desde 1998 estaba a cargo de la sede de Mendoza, donde fue detenido el 26 de noviembre de 2016. Sólo en la Argentina, los datos apuntan a 22 casos de abuso. Según el abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, Carlos Lombardi, la investigación canónica fracasó y se negó a colaborar con la Justicia. “Es imposible que la iglesia desconociera el nombre de los sacerdotes. Existe responsabilidad canónica, la autoridad tiene que conocer a los sacerdotes”, señaló.
El duro comunicado de los familiares de las víctimas: "Son monstruos vestidos con sotana"
La agrupación de víctimas Colectivo por la restitución de derechos a los sobrevivientes del Instituto Próvolo emitió un duro comunicado de cara al inicio del juicio. A continuación, los fragmentos más destacados.“Que este juicio sea llevado a cabo con todos los instrumentos que garanticen la accesibilidad a la justicia de las personas con discapacidad: -La incorporación de intérpretes de lengua de señas en todos los estamentos del Estado para garantizar la accesibilidad comunicacional, tal como lo reglamenta la legislación existente. Además, garantizar el acompañamiento profesional integral, adecuado a sobrevivientes y familias en este proceso”.Denunciamos mecanismos que consisten en intentar eliminar la presencia de la justicia ordinaria y llevar el proceso a una investigación interna dentro de la Iglesia"
"Genera interés para todos los sobrevivientes de diversos lugares del mundo que reclaman verdad y justicia contra curas y monjas que en diversas instituciones eclesiásticas han cometido abuso sistemático contra niños, niñas y adolescentes. Desde organizaciones de sobrevivientes de todo el mundo se denuncian mecanismos de encubrimiento, que consisten en intentar eliminar la presencia de la justicia ordinaria y llevar el proceso a una investigación interna dentro de la Iglesia, como así también trasladar de un lugar a otro a estos monstruos vestidos con sotana”, describe el comunicado leído esta mañana en la capital mendocina.