Eugenia Trincado conoció a Luis en Tinder. Supestamente. Se gustaron y comenzaron interminables charlas virtuales. Un comentario de ella alejó a Luis. Desde ese momento Eugenia comenzó una búsqueda desesperada para buscarlo y pedirle perdón. La joven no tuvo mejor idea que empapelar las calles de Palermo, como lo hacen quienes busca una mascota perdida, y suplicarle a los cuatro vientos que la perdone. Todo, claro, supuestamente. Lo único real 100% es un cartel pegado en algunos postes de Palermo, fotos del mensaje y muchos comentarios y teorías en las redes sociales.
Los afiches de Eugenia suplicando perdón empapelaron Palermo.
"Luis, necesito disculparme con vos personalmente. Dame la oportunidad de hacerlo y demostrarte que me importás. Ayudame a encontrarte", reza el afiche casero, donde también incluye su dirección de Facebook y su número celular.
Eugenia Trincado no tuvo problema en hacer público su número de teléfono.
Aunque Eugenia ya no atiende el teléfono, debido a la masividad que tomó el mismo, en declaraciones a un portal llegó a contar que coincidieron en Tinder el 18 de abril, y en menos de un mes, según ella la conexión entre ambos fue "hermosa". "Esperábamos ansiosos los horarios en los que sabíamos que hablábamos”, relató.
Pero algo pasó en el medio de esas conversaciones. “Hace dos sábados dije algo que le molestó y me eliminó, con lo cual perdí el contacto con él, ya que no tenía su celular, ni su Facebook”. De ahí en más apeló a los afiches en Palermo, ya que los únicos datos que tenía eran que Luis es periodista y trabaja en esa zona.
Desde que las calles de Palermo se vieron empapeladas con lo que parecía ser el reflejo de una "historia de amor", las redes sociales se hicieron eco y los internautas comenzaron a sospechar de la misma. "Hierve Conejo" -en alusión a la psicópata amante que Glenn Close encarnó en Atracción Fatal- fue la adjetivación más leve que se ganó la muchacha.
Como parece ser que las redes sociales son escépticas ante estas demostraciones de amor, varios usuarios comenzaron a sospechar de la veracidad de la historia.
Acorde se viralizaba la historia, más se podía saber de los protagonistas del improvisado panfleto. Luis, sería Luis Lehmann y lejos de ser una cita de Tinder, su vinculación con Eugenia dataría de 2013, cuando comenzaron una relación amorosa.
Lo cierto es que en el Facebook de la joven se pueden ver algunos recuerdos de años anteriores, cuando los dos posaban juntos en vacaciones.
La mentira queda al descubierto cuando saltaron a la luz imágenes de los jóvenes juntos en 2013.
Pero como en el mundo virtual todo es velocidad, las fotos de Luis y Eugenia "supuestamente" juntos también empezaron a circular, dando por desterrada la "historia de amor" y hasta se pensó en algún tipo de publicidad callejera para alguna nueva app de encuentros románticos.
Sin embargo, aún queda planteada una intriga y es el por qué del desencuentro de la pareja, si es que de verdad existió. ¿Trinfará el amor?