14 Enero de 2021 14:38
El decimonoveno conde de Strathmore y Kinghorne Simon Bowes-Lyon, sobrino nieto de la reina de Inglaterra Elizabeth II, sumergió a la familia real británica en un nuevo escándalo.
Es que recientemente fue acusado de un violento ataque sexual en su mansión del castillo de Glamis, en Escocia, en el cual entró por la fuerza durante la madrugada a la habitación donde dormía la víctima, una mujer de 26 años.
La víctima relató que Bowes-Lyon estaba alcoholizado y la manoseó, quiso quitarle el camisón, la empujó e insultó ante su resistencia. Eventualmente, y luego de forcejear, logró echarlo del dormitorio.
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El conde eventualmente confesó el delito en febrero pasado luego de ser detenido y si es efectivamente encontrado culpable, podría recibir una condena de hasta cinco años de prisión. Actualmente permanece en libertad bajo fianza aunque ya fue incluido en el registro de delincuentes sexuales del Reino Unido.
Luego de que el hecho se hiciera público, Bowes-Lyon emitió un comunicado en el cual asegura estar "profundamente avergonzado" de sus actos y señala que "el alcohol no es excusa” para su comportamiento.
Millonario y con romances famosos
El conde, de 34 años, pertenece a la línea familiar materna de la reina: su familia es la dueña del castillo Glamis en Escocia donde vivía la Reina Madre.
Heredero de parte de la fortuna de 40 millones de libras de su padre, es conocido en Inglaterra por su afición a los autos deportivos de lujo y sus breves romances con actrices de televisión. En el 2019, fue elegido como uno de los solteros más cotizados del país por la revista Tatler.
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Bowes-Lyon ya tuvo roces previos con las autoridades: en el 2010 se le prohibió manejar durante nueve meses después de que las autoridades lo registraran conduciendo su moto a 100 millas por hora en un tramo de 60.
En junio de 2020, mientras tanto, la policía de Durham lo contactó por acusaciones de violar las medidas sanitarias contra el coronavirus al realizar un viaje dentro de las fronteras del país.