04 Enero de 2022 12:10
Escándalo en Chubut. Después de que se viralizara el video en el que se la puede ver a la jueza Mariel Suárez besando a un hombre condenado a perpetua por homicidio en el penal, la magistrada negó mantener una relación sentimental con el reo y aseguró que no se trató de un beso, sino que se acercaron para hablar porque sentían que los estaban "escuchando".
"No tengo ninguna relación sentimental con esa persona. Sentíamos que nos estaban escuchando, por eso hablábamos cerca", aseguró Suárez en diálogo con el canal TN. Según su versión de los hechos, la jueza está trabajando en un libro sobre la vida del preso, identificado como Cristian 'Mai' Bustos, y ese fue el motivo detrás de su visita.
Bustos fue condenado por asesinar a su hijastro, un bebé de nueve meses y luego rematar a un policía, que intentó detenerlo cuando estaba prófugo. Suárez conoce el caso, porque fue parte del Tribunal que lo condenó, pero en su momento votó en contra de la condena.
"Estoy haciendo un libro con esta persona por su historia. Se va a llamar 'Los cuatro de Corcovado'. Le propuse a la defensora hablar con su asistido y tomar contacto con la vida de esta persona. Su historia, su versión de los hechos, que yo entendí creíble en el debate, por eso voté por una mena menor", justificó.Consultada una vez más por la clara imagen en la que se los puede ver a los besos, Suárez insistió: "No teníamos una relación íntima, es una relación de tipo laboral. Yo escribo a nivel periodístico e internacional. Estábamos tomando mate (pese a que está prohibido por la pandemia). Recuerdo que le había llevado comida. Lo vi en el juicio y luego tuve un mini contacto cuando lo estaban trasladando de Esquel hacia Trelew".
Sentíamos que nos estaban escuchando. Eran charlas en secreto. Había gente caminando alrededor y una cámara"
"Estábamos conversando. Sentíamos que nos estaban escuchando. Eran charlas en secreto. Había gente caminando alrededor y una cámara", reforzó, al tiempo que se refirió al asesinato del policía y por qué cree que el fallo no fue justo: "Es un hecho donde hubo una limpieza de la escena del crimen y hubo represión en el pueblo".
"Las imágenes llamaron la atención porque soy muy descontracturada. Llamó la atención que yo me haya sentado en el piso. Lo humanicé y lo traté bien. Me mostraba los tatuajes. La historia tiene condimentos. Cumplí mi rol, no puedo responder a la sed de Justicia. Lo hice en mi rol de investigadora periodística. Tengo derecho a hacer un libro y voy a seguir adelante con el proyecto. Él estaba muy contento por poder contar por primera vez qué fue lo que pasó", cerró.