Luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara la compra de 25 millones de dosis de la vacuna Sputnik V desarrollada por Rusia salieron a la luz fuertes críticas de sectores opositores a la decisión del Gobierno, focalizadas en que aún la investigación no cuenta con aprobación en fase tres.
La investigación comenzó meses atrás y en agosto se convirtió en la primera en todo el mundo en ser aprobada, a pesar de que en aquel entonces había sido testeada en pocos voluntarios y su desarrollo era un enigma. Hoy está siendo testeada en 40 mil personas y en las próximas semanas podría obtener aprobación definitiva. A la Argentina llegaría en dos tandas en diciembre y enero y la vacunación masiva para los grupos de riesgo comenzaría antes de fin de año.
LÍNEA DE TIEMPO Y CERTEZAS SOBRE LA VACUNA
El 11 de agosto de 2020 Rusia anunció que aprobaba la vacuna contra el SARS-CoV-2 y que comenzaría a ser aplicada, aun a pesar de que en aquel entonces sólo contaba con aprobación de las fases uno y dos y ni siquiera había comenzado los ensayos de la fase tres, ni se habían publicado estudios e investigaciones en revistas científicas, como suele hacerse en estos casos.La vacuna rusa llegará en diciembre y elecciones en Estados Unidos: las 7 noticias del día
“Sé que la vacuna funciona con bastante eficacia, ayuda a desarrollar una inmunidad fuerte y ha pasado por todas las pruebas necesarias”, sostuvo en aquel entonces el propio Vladimir Putin, aunque en aquel entonces la vacuna no había comenzado ni muchos menos superado la fase tres, obligatoria para cualquier vacuna. Eso desató que en el mundo se leyera con especial preocupación el anuncio, ante el temor de que hubiera sido una estrategia y un desarrollo prematuro.
Sin embargo, semanas más tarde se publicó un estudio en la prestigiosa revista The Lancet (la misma donde se publicaron adelantos de otras vacunas como la que desarrolla la Universidad de Oxford junto al laboratorio AstraZeneca) donde se remarcó que la vacuna producía una fuerte inmune en los 76 participantes que habían sido voluntarios de las fases uno y dos entre junio y julio, que demostró ser segura y producir anticuerpos.
Ahora, según datos del gobierno ruso, hay 40 mil voluntarios testeando la vacuna. La advertencia de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos en aquel entonces era debido a que los datos de respuesta inmune por sí solos no son una base adecuada para aprobar una vacuna.
La vacuna se llama Sputnik V en honor al programa espacial de la era soviética. Según reveló Putin, una de sus hijas incluso fue voluntaria en las pruebas, de la que también participaron miembros del Ejército. La vacuna fue desarrollada en el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya ubicado en Moscú. Los ensayos clínicos de la fase tres, que según las autoridades son entre 40 mil voluntarios, se llevan a cabo no sólo en Rusia, sino también en Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Filipinas, la India y Brasil. Las secuelas más adversas informadas fueron dolor en la zona de la inyección (58 por ciento), hipertemia o aumento de la temperatura corporal (50 por ciento), dolor de cabeza (42 por ciento), astenia o fatiga (28 por ciento) y dolor muscular y articular (24 por ciento). Según precisaron en la publicación de la revista The Lancet, la mayoría de los efectos fueron “leves”."Por el bien de los chupasangre que no le pase nada": la furia de Dalma y Gianinna por la salud de Maradona
Además de producir anticuerpos, y del mismo modo que otras vacunas, la Sputnik V obtuvo una alta producción de Linfocitos T - anticuerpos de mayor duración -, lo que para los investigadores es clave para garantizar la inmunidad a largo plazo. Sin embargo, los expertos aclararon en septiembre pasado que era necesario tener mayor información. La Sputnik V es de aplicación en dos dosis y está desarrollada en dos vectores de adenovirus (rAd26 y rAd5).