por Matias Ayrala
28 Julio de 2021 17:38Por estos días, millones de argentinas y argentinos aguardan con ansias la segunda dosis de la Sputnik V. La falta de envíos desde Rusia con los cargamentos del segundo componente causaron un retraso en los esquemas de vacunación, que generaron malestar en el Gobierno Nacional.
Tras los pedidos de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini al Fondo Ruso de Inversión Directa por el faltante de vacunas contra el coronavirus, ya hubo una primera respuestas: En la madrugada de este miércoles, en el vuelo de Qatar Airways QR8155, llegaron a Ezeiza 500 litros de la sustancia activa de la vacuna Sputnik V, componente 2, para su terminación en el Laboratorio Richmond.
Con esa cantidad de componente activo, en el laboratorio que preside Marcelo Figueiras se podrán producir 800.000 dosis de la segunda dosis en la planta de Pilar. Además, desde Moscú, informaron que durante los próximos días arribarían a Argentina otros 260 litros, en tanto, la próxima semana, otro vuelo traerá una carga con más de 600 litros.
Con todo es material, se espera que para la segunda parte del mes de agosto, Argentina cuente con dos millones de dosis del componente 2. Para eso, una vez producidas, deberán separarse casi 100 muestras que tienen que ser analizadas y aprobadas por el Centro Gamaleya, en Rusia. Una vez que Richmond tenga el ok, el segundo paso es la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat) en Argentina.
Combinación de vacunas en Argentina: un estudio local incluirá las dosis de Moderna A esa cantidad, se le podría sumar un nuevo cargamento con menos de un millón de vacunas, que arribaría al país durante el fin de semana a través de un vuelo de Aerolíneas Argentinas. En tanto, aún se espera la aprobación de las muestras de 1.050.000 de segundas dosis fabricadas por Richmond. Según fuentes oficiales, la semana que viene, Gamaleya daría el ok y esas vacunas podrían comenzar a aplicarse.
Mientras tanto, el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa, que fue el ente que desarrolló y promovió financieramente la investigación de la vacuna rusa contra el coronavirus, organizaron un estudio para determinar la respuesta inmune de la Sputnik V con una sola dosis.
A pedido de las dos instituciones de Rusia, la investigación fue llevada adelante por un grupo de investigadores del CONICET, liderados por la científica Andrea Gamarnik. Tras los diversos estudios, los resultados fueron publicados en la revista científica Cel Reports Medicine, el 9 de julio, y ahora en la cuenta oficial de Twitter de Sputnik V.
Como se sabe, la vacuna de Rusia fue la primera que se registró contra el COVID-19 y fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. Su presentación oficial fue el 11 de agosto de 2020, en medio de la pandemia de coronavirus. Aprobada en 69 países, entre ellos Argentina, fue creada con vectores adenovirales humanos del que han sido desactivados sus genes reproductivos.
Hasta el momento, se sabía que con las dos dosis de Sputnik V se registraba un 92% de eficacia contra el COVID-19. Ahora bien, ¿qué sucede con una sola dosis? Aunque ya hubo varios estudios sobre el tema, la investigación llevada adelante por los miembros del CONICET Y liderada por Gamarnik, de la Fundación Instituto Leloir-CONICET, fue más a fondo y demostró grandes resultados.
En su presentación oficial, desde la cuenta de Twitter de Sputink V escribieron: “Una sola dosis de Sputnik V desencadena fuertes respuestas de anticuerpos -estudio argentino-. Dentro de las 3 semanas posteriores a recibir la primera dosis, el 94% de los participantes del estudio desarrolló anticuerpos IgG y el 90% mostró evidencia de anticuerpos neutralizantes”.Contagios, antivacunas y crisis sanitaria en Estados Unidos: un asesor criticó el manejo de la pandemia
Según el estudio del equipo argentino, se compararon los efectos de una y dos inyecciones de Sputnik V en las respuestas de anticuerpos específicos del SARS-CoV-2 en 289 trabajadores de la salud de Argentina. Tres semanas después de la segunda dosis, todos los voluntarios sin infección previa generaron anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG) específicos del virus, el tipo de anticuerpo más común que se encuentra en la sangre.
Pero incluso dentro de las tres semanas posteriores a la recepción de la primera dosis, el 94% de estos participantes desarrollaron anticuerpos IgG contra el virus y el 90% mostró evidencia de anticuerpos neutralizantes, que interfieren con la capacidad de los virus para infectar células, explicaron en el estudio publicado en Cell Reports Medicine.
Además, los resultados adicionales mostraron que los niveles de IgG y de anticuerpos neutralizantes en participantes previamente infectados fueron significativamente más altos después de una dosis que aquellos en voluntarios completamente vacunados sin antecedentes de infección. Y explicaron: “Una segunda dosis no aumentó la producción de anticuerpos neutralizantes en voluntarios previamente infectados”.
En ese punto, Gamarnik afirmó: “Esto resalta la sólida respuesta a la vacunación de individuos previamente infectados, lo que sugiere que la inmunidad adquirida naturalmente podría mejorarse suficientemente con una sola dosis, de acuerdo con estudios recientes que utilizan vacunas de ARN mensajero”.
Y en cuanto a los resultados, la investigadora dijo: “Debido al suministro limitado de vacunas y la distribución desigual en muchas regiones del mundo, las autoridades de salud necesitan con urgencia datos sobre la respuesta inmune a las vacunas para optimizar las estrategias de vacunación”. Y completó: “Los datos revisados por pares que presentamos brindan información para orientar las decisiones de salud pública a la luz de la actual emergencia de salud mundial”.
Hasta ahora no se tiene en claro cuánto es la duración de la respuesta inmune y tampoco hay resultados sobre los motivos por los que los niveles de anticuerpos se relacionan con la protección de la vacuna contra coronavirus. “La evidencia basada en información cuantitativa guiará las estrategias de implementación de vacunas frente a la restricción del suministro de vacunas en todo el mundo”, completó Gamarnik.
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En junio, otro grupo argentino de científicos había confirmado que una sola dosis de Sputnik V era suficiente para evitar una enfermedad grave y un posible fallecimiento por COVID-19. Esa prueba se dio dentro del programa de vacunación civil a gran escala y demostró que la tasa de infección entre el día 21 y el 40 desde la fecha de recepción de la primera dosis fue solo del 0,446%. Al mismo tiempo, la tasa de infección entre la población adulta no vacunada fue del 2,74% durante un período comparable.
Según los estudios científicos publicados en Lancet, la eficacia de esta vacuna es del 91,6%. En ese sentido, tiene una de las tasas más altas registradas hasta la fecha. Además, recientemente, un nuevo estudio realizado sobre los casi 4 millones de rusos que han sido vacunados con esta fórmula arrojó una eficacia del 97,6%.
Pero, en el caso de la aplicación de la primera dosis de la Sputnik V los resultados habían sido muy positivos. El estudio del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) anunció que una dosis de la vacuna rusa tiene una eficacia del 78,6 al 83,7% entre los adultos mayores.