por Mauro Fulco
13 Julio de 2015 01:58Según un relevamiento de la ONG Acceso Ya, sólo 28 estaciones de subte sobre las 83 existentes tienen acceso para discapacitados y personas con movilidad reducida. Si traducimos a niveles porcentuales, se deduce que el 67% de las estaciones son inaccesibles. Además existen 4 que tienen ascensor, elemento indispensable para personas con acceso limitado. Si se contaran las que tienen elevador, el número sería 32 y el porcentaje disminuiría, pero ocurre que están ubicados en un sólo lado del andén. Esta situación convierte a estas estaciones en inaccesibles también.
Casi 7 de cada 10 estaciones no tiene accesibilidad para personas con movilidad reducida.
Una de las relevadas es Callao, de la Línea D. Si una persona que se traslada en silla de ruedas se acerca a la estación podrá acceder al andén, pero sólo logrará ir en una dirección. Para regresar a su casa podrá bajar en la estación, pero el inconveniente es que quedará del otro lado del andén. Y ahí tiene dos opciones: o toma otro medio de transporte o se queda a vivir bajo tierra. Desde la ONG se han iniciado acciones de concientización.
Distinto es el caso de las escuelas porteñas. Tras haber recibido numerosas denuncias de padres de niños con discapacidad motriz que no encontraban escuelas de enseñanza común donde inscribir a sus hijos, la ONG inició un amparo colectivo contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para exigir el cumplimiento de las leyes de accesibilidad en todos los colegios de la ciudad.
La ONG Acceso Ya intenta concientizar sobre esta temática.
Sobre un total de 750 escuelas públicas que hay en CABA, 585 de ellas cuentan con las condiciones básicas de acceso- rampa de ingreso, baño adaptado y aulas accesibles- de las cuales 283 tienen accesibilidad total, es decir que garantizan una libre circulación horizontal y vertical.
Sólo 4 estaciones tienen ascensor, pero de un lado solo del andén.
Se le pidió al departamento de prensa de Metrovías que diera su opinión, sus números o su relevamiento. Fue a través de un mail enviado más de 48 horas antes de la publicación de esta nota. Quedaron en contestar pero al cierre no lo habían hecho.
La igualdad de circulación es una deuda pendiente de la sociedad. Basta ver los vehículos estacionados en las rampas de discapacitados, la caca de perro en las calles, las veredas rotas o el acceso al transporte público para comprobarlo. Así como las escuelas, el subte puede empezar a cambiar.