Pasaron doce días desde la desaparición del submarino ARA San Juan y poco se sabe de los 44 tripulantes que iban a bordo. El minisubmarino de la Marina estadounidense zarpó ayer del puerto de Comodoro Rivadavia con el objetivo de rastrillar la ahora reducida zona en la que creen podría encontrarse la nave. Se trata de un radio de 75 kilómetros cuadrados.
Los familiares se aferran a la última esperanza: el rescate vía el minisubmarino estadounidense.
Aunque los marinos estadounidenses equiparon el buque noruego Sophie Siem (en el que es trasladado el minisubmarino) con ropa de abrigo para la tripulación del ARA, la expectativa de supervivencia se esfuma conforme pasan las horas.
Enrique Baldi: "No descartamos una situación de supervivencia extrema"
"No descartamos una situación de supervivencia extrema", advirtió el vocero de la Armada, Enrique Baldi, aunque reconoció que tampoco tienen certezas: “Lo que puedo decir es que hasta tanto no tengamos indicios de la situación del submarino, no podemos hablar de algo que alguien opine (por los dichos de Elisa Carrió)”.
Carrió: "Tengo que decirlo, están todos muertos"
Quien instaló la posibilidad de que ninguno podría encontrarse con vida fue Luis Tagliapietra, padre de Damián, Teniente de Corbeta y miembro de la tripulación. Se lo confirmó en una conversación telefónica el contraalmirante Gabriel González, jefe de su hijo quien, tras la repercusión que tuvo la información, fue invitado a retirarse de la Fuerza.
El submarino desapareció el pasado miércoles 15. Desde entonces, nadie sabe nada de la nave.
Aunque otros familiares todavía se aferran a la posibilidad de que la tripulación está con vida, fue Carrió quien reforzó los dichos de González con una polémica declaración: “Tengo que decirlo, están muertos. Ellos son héroes y sé de la vocación enorme que han tenido. Me parece que decir esto es lo mejor, porque así vos tenés alguien a quién ponerle una cruz, una flor”.
La furia del padre de uno de los tripulantes contra Carrió y Aguad
Los dichos de la diputada llegaron un día antes de que se activara el tramo final de la búsqueda de la nave. La esperanza es que el submarino todavía se encuentre en la plataforma argentina, cuya profundidad máxima alcanza los 200 metros. La gran preocupación por estas horas es que se haya caído en el talud continental, previo a la llanura abisal: allí la profundidad supera los seis mil metros.
Según Karl Schonberg, vocero de la Armada de Estados Unidos, el minisubmarino es un “módulo de rescate presurizado conectado al barco por un cable de 610 metros de extensión. Esto quiere decir que, en caso de dar con el ARA San Juan, su rescate sólo podrá ser viable si la profundidad en la que se encuentra no supera la longitud del cable.
En los próximos días, otro submarino ruso descenderá a más de mil metros en busca del ARA San Juan. Pero los especialistas advierten que, en caso de que haya caído a esa profundidad, las posibilidades de supervivencia son nulas. “Si superó los 600 metros de profundidad, el buque implosionó y se compactó”, aseguró Martín Alejandro D'Elia, ingeniero naval y perito en técnica naval, en diálogo con el diario Clarín.