25 Enero de 2016 16:34
Sabida es la buena relación que Susana Giménez mantiene desde hace tiempo con Mauricio Macri, de quien fue vecina en Barrio Parque y a quien la diva expresó abiertamente sus simpatías en plena campaña electoral.
Por eso, cuando el viernes último los periodistas que la esperaban a la salida del Teatro 25 de mayo -donde fue a ver a su amigo Antonio Grimau en “Filomena Maturano, Matrimonio a la Italiana”- intentaron indagarla sobre la gestión del presidente, lo primero que hizo fue hizo fue poner un freno al decir “no vamos a hablar de política”.
Susana fue a ver a su amigo Grimau en “Filomena Maturano, Matrimonio a la Italiana”.
Sin embargo, ante la insistencia de los cronistas al respecto, Susana dejó bien sentada su postura. “Lo veo maravilloso, ¿cómo lo voy a ver?”, subrayó, para luego referirse a las críticas que había recibido desde que comenzó su mandato. “Me parecen ridículas”, sentenció.
Vale recordar que, a los pocos días de imponerse en la segunda vuelta, el jefe de Estado visitó, en una edición especial del programa, el living de la diva de los teléfonos junto a su mujer, Juliana Awada, y a su hija Antonia, a quienes más tarde se sumaron la gobernadora bonaerense electa, María Eugenia Vidal, el nuevo jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la vicepresidenta Gabriela Michetti, Miguel del Sel y Martín Seefeld.
Apenas consagrado presidente, Macri visitó a la diva en su living.
Habrá que ver si, así como pasó en el Gobierno anterior con los artistas que expresaron sus simpatías por la ex presidenta, Susana recibe críticas por este abierto apoyo o su condición de diva intocable le sirve de paraguas protector en la opinión de la gente.