Lo que estaba pronosticado como lluvias aisladas se transformó en un verdadero diluvio, que después de las 18 horas comenzó a anegar gran parte de las calles de Buenos Aires. Palermo y el centro porteño se inundaron rápidamente dejando varados a quienes buscaban volver al hogar.
Las calles se anegaron en toda la Ciudad.
Las bocas de tormenta no dieron abasto para tanta lluvia.
Mientras la sensación térmica se alzaba por encima de los 36°, la lluvia comenzó a cubrir toda la Capital Federal, ocasionando anegamiento y caos de tránsito generalizado.
La cantidad de agua que cayó en poco tiempo inundó Palermo.
El agua llegó hasta la vereda.
El pronóstico para las próximas horas no es muy alentador, ya que el Servicio Metereológico Nacional prevé que, para lo que resta del día y la madrugada, se generalicen las lluvias, las cuales pueden volverse intensas, con abundante caída de agua en cortos períodos.
Además se puede manifestar actividad eléctrica, ráfagas de viento y hasta una ocasional caída de granizo.