Big Bang! News
Más

Te cura o te mata: Wakame, el alga invasora que formó un bosque submarino en el sur

Ya formó una especie de bosque submarino de 10 kilómetros en Puerto Madryn y sigue extendiéndose. Es una plaga peligrosa para la biodiversidad, pero a la vez es un alimento pródigo en vitaminas y un remedio contra el herpes. El contradictorio Wakame.

por Daniel Riera

30 Abril de 2016 13:58
1552077989516
1552077989516

Todo empezó en 1992, en el Golfo Nuevo de Puerto Madryn, provincia del Chubut. Dicen -pero no se puede demostrar- que el monstruo llegó adherido a los cascos de un barco coreano que vino a nuestras costas a pescar calamares. Ya llegó a Río Negro, a Santa Cruz y hasta a la escollera norte de Mar del Plata. Se expande a toda velocidad y no hay modo de detenerlo. Imaginemos una pradera submarina que se extiende a lo largo de 10 kilómetros. Bueno: no hace falta imaginarla. Ya existe y está en Puerto Madryn.  Es un visitante indeseable, claro está. Arrasa con todo. Como no se lo puede detener, hay quienes piensan que lo mejor es unirse a él. Y, por extraño que parezca, algo de razón tiene. Es un alga. Su nombre es Undaria, pero se la conoce como Wakame. Es, a la vez, una especie invasora y un alimento fabuloso.

Wakame en Puerto Madryn

Wakame, una especie de lechugón submarino e invasor.

No sin alarma, el sitio oficial del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable describe los hechos: "Hace unos años se estableció en Puerto Madryn, Provincia de Chubut un alga del Pacífico, conocida por los japoneses con el nombre de Wakame. Este alga de gran tamaño vino en el agua de sentina o pegada en el casco de algún barco, que luego estuvo anclado mucho tiempo y los propágulos de estas algas originales dieron lugar a la invasión que ya abarca una extensión de 10 kilómetros frente a Puerto Madryn. Al respecto nuestra intención es reunir información y movilizar a las instituciones competentes en este caso, para tomar cursos de acción para poder erradicar al alga ya que de expandirse por todo el golfo haría imposible su control modificándose en el futuro todo el litoral marítimo y para siempre".

"La invasión abarca una extensión de 10 kilómetros.

Ahí viene la plaga

¿Estamos en el horno? ¿Moriremos todos? Bueno, tanto no... Pero el asunto es preocupante. Para el medioambiente y para las economías regionales. En diálogo con BigBang, el biólogo Sergio Zalba, comisionado por el Gobierno para combatir a las especies invasoras, detalla las características del poderoso enemigo.

 

-El Wakame es una especie de alga nativa de China, Corea y Japón, una de las 100 más invasoras.Se adhiere a cadenas de las anclas, cascos de barcos, etc. Tiene un ciclo de vida muy complejo, con una parte microscópica muy resistente. Puede viajar de una punta a otra del planeta y un alga adulta puede producir millones de esporas. Las esporas pueden nadar, como los espermatozoides... Se pegan a algo y empiezan a crecer y a regenerar su ciclo de vida.

Pradera submarina de Wakame en Puerto Madryn

Pradera submarina de Wakame en Puerto Madryn: nada menos que 10 kilómetros.

Según explica Zalba, el problema ocurre cuando el hombre -a veces voluntaria, a veces involuntariamente- mueve a las especies a un ambiente nuevo. "En su hábitat natural, en Corea, hay erizos, invertebrados y peces que se alimentan de ellas. De pronto llegan a un lugar donde nadie puede controlarlas. Si bien en nuestros mares hay  algunas especies que se alimentan de ellas,  no lo hacen en una cantidad que permita ponerle freno a la expansión. Pueden crecer hasta 1,60 m. de altura, debajo del agua. Forman una especie de bosque submarino y, como crecen más alto que otras algas, las matan". 

"Pueden crecer hasta 1.60 m. debajo del agua.

Están entre nosotros. Es muy difícil pararlos. ¿Vamos a morir? Nosotros no, pero a algunas especies animales y vegetales les vamos a complicar la vida. Y además vamos a perder plata. ¿Por qué?  "Cambia el hábitat del cual dependen especies importantes para la pesca, como el salmón. Interfiere con el acceso de los salmones a las cuevas. Interfiere con otras algas. Interfiere sobre el turismo: los buceadores se van a bucear  a otros lugares, porque sólo ven una pradera de algas. Y los turistas que no bucean también se van a otras playas: cuando las algas llegan a la playa se mueren, se pudren y dejan un olor a podrido que, lógicamente, disminuye la calidad de la playa".

Buzos pescan Wakame en Puerto Madryn

El buzo contempla, satisfecho, su pesca de Wakame.

Casi como un pulpo que despliega sus tentáculos, luego de su primera, fulgurante aparición, el Wakame se fue expandiendo por los mares del país. En Chubut también fue visto en Camarones y Cadena Malaspina; en Santa Cruz, en Puerto Deseado, y hasta se lo vio en la escollera norte de Mar del Plata. 

                    

pescadores de Wakame

Pescadores de Wakame en Puerto Madryn.

Y entonces, ¿qué hacemos?

Ya lo dice el viejo refrán. "Si no puedes vencer al enemigo, únete a él." El ministro de ambiente de la provincia del Chubut, Ignacio Agulleiro, propone a BigBang una analogía sorprendente: "El mal ya está establecido. Como la errradicación del alga es de imposible cumplimiento, tenemos que hacer lo mismo que con las drogas: proponer una estrategia de reducción de daños".

-¿Y en qué consistiría la "reducción de daño" del Wakame?

-Es lo mismo que se hizo en muchas partes del mundo, como España, Francia, Nueva Zelanda... Se trata de promover su explotación y de aprovecharla como recurso natural. Para explotarlo hay que pescarlo y al pescarlo de manera intensiva se procura no erradicarlo, pero al menos mantenerlo a raya.

Pesca de Wakame en Puerto Madryn

La pesca es en lanchas artesanales y requiere el trabajo de buzos.

¿Para qué sirve?

Los usos conocidos del alga undaria son más o menos los mismos de todas las algas: el medicinal y el alimenticio. Sin embargo, sus propiedades son inusuales. Una empresa llamada "Soriano SA" lo prensa y se lo vende a una empresa australiana que desarrolla una píldora contra el herpes femenino. En otras palabras, el alga invasora evita la expansión de los hongos invasivos. Parece mentira que el mismo alga que tiene un uso tan, por así decirlo, "íntimo", también se coma. Sin embargo, así es.   

" Tenemos que hacer lo mismo que con las drogas: una estrategia de reducción de daños.

El biólogo Fernando Dellatorre fundó una pequeña empresa llamada "Jono", que se dedica a eso mismo. Aunque conoce perfectamente los defectos de este verdadero "convidado de piedra", Dellatorre prefiere concentrarse en sus virtudes nutricionales. A saber:

* Bajas calorías.

* Vitaminas.

* Minerales: calcio, magnesio y sobre todo iodo, que es deficitario en las dietas 

* Fucoidanos: polisacáridos que refuerzan el sistema inmunitario, previenen infecciones (de allí su utilización para combatir el herpes), tienen efectos anticancerígenos y combaten el dolor de la artritis. No es poco.    

*Fucoxantina: Antioxidante. Quema grasas blancas dentro del tejido adiposo.  Podría ser un adelgazante natural.

Wakame en frasco

Wakame en frasco de producción nacional.

¿Y cómo se come?

* En hojuelas secas o blanqueado y salado. 

Sí, pero... ¿qué hacemos con las hojuelas?

* Ensaladas.

* Sopas

* Salsas

* Lo mezclamos con mariscos, o con arroz, o con ambos.

* Lo molemos y hacemos una especie de chimichurri.

* Lo mezclamos con queso crema.

Japoneses, chinos y otros amigos de ojos rasgados on los principales afectos en el mundo a esta clase de manjares, pero todo es cuestión de hábito. Al fin y al cabo, nos vamos acostumbrando a comer sushi, chop suey y otras especialidades de la comida en los países orientales. Y si además nos hacen falta vitaminas y necesitamos adelgazar, ¿qué mejor que comer un poco de este alga invasora maligna que amenaza ocupar toda nuestra superficie marítima si no la detenemos a tiempo?

"¿Qué mejor que comer un poco de este alga invasora maligna?

El biólogo Sergio Zalba (recordemos: uno de los hombres que el Gobierno puso para detener la invasión o, al menos, paliar sus efectos) acuerda con estos emprendimientos "siempre y cuando a nadie se le ocurra decir 'Mirá qué bueno el Wakame, me lo llevo para otro lado'.  Sacarlo de nuestras costas no es nada sencillo, pero mientras tanto propone "reducir el riesgo de invasión quitándola de los cascos de los busques; extraerlo con buzos que recorran áreas sensibles todos los días". Así es la cuestión con el alga que nos cura o nos mata, nos 

10