06 Agosto de 2015 14:49
“La cárcel me enseñó casi todo lo que sé”, se jacta Carlos Alberto Telleldín. Estuvo preso más de diez años acusado de haber entregado la Trafic utilizada como coche bomba del atentado que el 18 de julio de 1994 mató a 85 personas en la AMIA. En prisión se recibió de abogado y con los años basó el éxito de su carrera como defensor de narcos, asesinos y ladrones. Ahora, a los 53 años, volvió al centro de la escena porque es uno de los trece acusados en el juicio que comenzó hoy en Comodoro Py por el encubrimiento del atentado.
Telleldín fue liberado en 2004. Fue acusado de cobrar 400 mil dólares supuestamente pagados por la SIDE para que involucrara a policías en el atentado. En ese entonces, su abogado era Víctor Stinfale, hoy acusado en el juicio.
Telleldín sin traje ni corbata, en su casa.
En la mira
Antes de que apareciera muerto en su casa, el fiscal Alberto Nisman había pedido que Telleldín fuera detenido y volviera a ser juzgado como partícipe necesario del delito de “homicidio agravado por odio racial o religioso”. “Esto es mentira: todo fue armado”, dice Telleldín. Sus servicios como abogado son solicitados por el hampa argentina. “Soy caro, pero el mejor”, dice. Muchos de los delincuentes que lo contrataban le pagaban con casas y autos. “En un momento llegó a tener una inmobiliaria y una agencia de autos”, dijo un ex colaborador suyo.
En Facebook, el abogado publica fotos en sus autos de lujo.
“A 290 kilómetros por hora”, tuiteó un día después de subirse a una Ferrari roja. “Los autos son como las mujeres: hay que cambiarlos y buscar siempre el modelo más nuevo”, llegó a decirle a BigBang. Tuvo Ferrari, Mercedes Benz, Audi, Porsche.
“Colecciono autos, eso no es delito”, suele decir.
Otro de los autos del polémico abogado que enfrenta otro juicio en su contra.
Estudió Derecho en la cárcel y defendió a narcos y asesinos.
“Soy inocente”, insiste el acusado.
El ex reducir de autos en uno de los traslados. Foto: Clarín.
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Entre sus defendidos aparecen dos sicarios que confesaron haber matado sindicalistas. También dijo que una vez consiguió que un poderoso narco colombiano saliera de la cárcel “por la vía legal”.
“Todos tienen derecho a una defensa
”, dice Telleldín
. Al abogado le gusta posar con autos de lujo y con los ambientes de su caserón. Ahora volvió a enfrentar una acusación. Sabe que estaba en la mira de Nisman
. Y que la amenaza de la cárcel es real.