Ya supo decirse lo mismo en relación a las bananas. Y ahora, al parecer, el chocolate podría estar en riesgo de extinción de la mano de condiciones de producción cada vez más difíciles para el cacao.
¿Peligra el suministro mundial de chocolate?
El mercado mundial del chocolate, según publica BBC News, va en camino a duplicarse en 2025 en relación a los datos registrados en el 2015. Si bien tradicionalmente más de la mitad de su producción es consumida en Europa occidental y Norteamérica, poco a poco comienzan a sumarse nuevos mercados, como China e India.
Sin embargo, el cultivo de cacao enfrenta una situación complicada. El árbol necesita climas tropicales húmedos y sombra para crecer, con África occidental -especialmente Costa de Marfil y Ghana- como contribuyentes de más del 50% de la producción mundial.
Pero con el avance del cambio climático, el cultivo de cacao en esas áreas se vuelve complicado y los agricultores deben buscar zonas más altas. La tierra disponible es limitada, ya que en su mayoría no tienen buenas condiciones de plantación o la agricultura en ellas está prohibida.
Las pestes que afectan al árbol de cacao también son un peligro para la producción, causando pérdidas de entre un 30 y un 40% cada año. Este año, una plantación de 100 mil hectáreas en Costa de Marfil tuvo que ser eliminada por completo a causa de una infección.
Posibles respuestas
Mientras tanto, algunas posibles soluciones aparecen en el horizonte. Aprovechando el novedoso interés del mercado de China en el chocolate, la industria del cacao en Ghana está en tratativas con el banco chino Eximbank para conseguir un préstamo de 1.500 millones de dólares. Otros buscan ayuda financiera en Emiratos Árabes y Arabia, otros dos nuevos mercados.
Varias empresas están buscando la forma de volver más sustentables sus cultivos.
Paralelamente, empresas chocolateras están buscando la manera de volver más sustentables sus cultivos. Así, por ejemplo, la compañía norteamericana Mars Wrigley destinó 1.000 millones de dólares a un estudio científico destinado a crear cacao más resistente a altas temperaturas.
Sin embargo, esto no es suficiente para darle una mejor calidad de vida a los agricultores de cacao, en general sumidos en la pobreza. En Costa de Marfil, un granjero trabajando en una plantación certificada como sostenible sólo gana un extra anual de unos 158 dólares como máximo, sólo un 16% más que los agricultores de plantaciones no certificadas.