"Hoy nos falta una niña en nuestra escuela". Tenía once años, vivía junto a su familia en la villa 21-24 y desde el año 2017 cursaba la primaria en la Escuela N°11 del distrito escolar 5 de la Ciudad de Buenos Aires. El viernes por la tarde, ni bien saludó a sus compañeros, se descompensó. Dos días después, los médicos del Hospital Penna confirmaron el peor de los escenarios: ya no se podía hacer más nada por ella, había muerto por desnutrición.
"Imaginate cómo estamos todos acá", reconoció en diálogo con BigBang una de las docentes de la institución. "Desde hace cinco años que la escuela viene haciendo denuncias ante la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y todas las autoridades pertinentes. Fueron muchos años de darle la espalda al pedido de atención integral que esta chica nunca recibió por parte del Gobierno porteño y que podría haber impedido esto. Tal vez no, pero por lo menos se hubiera llegado a esta situación sabiendo que se hizo todo lo que se pudo. Y no fue así", denuncia.
La cadena de vulneración de derechos comenzó mucho antes del primer reclamo a las autoridades porteñas. "Tenemos muchos alumnos que vienen de la 21-24 y nos encontramos con situaciones de mucha vulneración de derechos, tanto en los chicos como en sus familias. Este no es un caso aislado, hay miles. Algunos reciben cierta visibilidad en los medios, cuando nos encontramos frente a este tipo de situaciones: una muerte por desnutrición. Pero hay miles que no se ven, a los que nadie escucha y que hoy viven en una situación de precarización absoluta", agrega.
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Desde la escuela, docentes y autoridades intentaron hasta lo imposible para que la nena y su familia recibieran atención integral del Gobierno porteño. "Hemos atravesado por el dolor, la impotencia y la bronca frente a la pérdida de una niña de nuestra escuela, consecuencia de la ausencia y la desidia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que sistemáticamente vulnera los derechos de nuestros pibes", denuncia el doloroso comunicado que se difundió en las últimas horas, después de que el lunes se confirmara la muerte de la menor.
"Era alumna desde el año 2017, cuando comenzó primer grado. Ya en los primeros días de su ingreso a la escuela, se pidió la intervención del Equipo de Orientación Escolar, debido a la clara vulnerabilidad de derechos que atravesaba la niña y su familia. Durante los años 2018 y 2019 se presentó un certificado médico que indicaba la necesidad de un refuerzo hipercalórico de vianda. Dicho refuerzo, que era insuficiente, no se le otorgó el año pasado. Recién en el año 2020, el EOE deriva su situación y solicita la intervención de la Defensoría zonal. Esta situación se reiteró en los años 2021 y se actualizó en el 2022, pero al día de la fecha a la escuela nunca se le informó si hubo alguna intervención de dicho organismo", suman.
La alimentación de los chicos en las escuelas porteñas es uno de los principales reclamos, en especial después de que en abril del 2020 la Justicia obligó al Gobierno porteño a que la alimentación escolar incluyera todos los nutrientes y alimentos necesarios; fallo que jamás se cumplió. "No solamente no se cumplieron varios de los fallos, sino que además hay algo de lo que no se habla: para recibir una vianda en la Ciudad te tenés que inscribir, no es universal. Muchas familias no saben eso, ni cómo inscribirse", advierte la docente.
Frente a la inacción del Gobierno de la Ciudad, la escuela siguió acompañando a la menor y a su familia. "Durante todos sus años en la escuela, fue acompañada continuamente por las y los docentes de mantera integral: armando dispositivos focalizados en su aprendizaje, tanto dentro, como fuera del aula; consiguiendo turnos médicos, gestionando sus anteojos, ropa para que se abrigue, garantizando el almuerzo antes de ingresar al aula y articulando con las organizaciones del barrio. Los recursos y las herramientas que deberá haber proporcionado el Gobierno de la Ciudad para acompañar a la niña y a su familia, nunca fueron suficientes, y en algunos casos inexistentes", denuncian las autoridades en el comunicado.
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Después de seis años de abandono por parte de la administración de Horacio Rodríguez Larreta, la nena se descompensó el viernes por la tarde. "Inmediatamente se llamó al SAME para que pudieran asistir a la niña, desde una línea particular porque desde hace meses que el teléfono de la escuela no funciona. Luego de aproximadamente una hora y un segundo llamado al SAME, fue retirada de la escuela. La ambulancia nunca llegó. El lunes, la niña ingresó a la guardia del Hospital Penna, donde ya no hubo nada que hacer por ella", agrega el comunicado.
"Las maestras y maestros de la escuela señalamos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como principal responsable de la muerte de nuestra estudiante. Denunciamos el vaciamiento de todos los organismos del Estado que durante todos estos años deberían haber actuado en tiempo y forma, garantizando la salud, el cuidado y la integridad de esta niña y su familia; así como la de tantos otros estudiantes que se encuentran atravesando situaciones similares en las escuelas públicas del sur de la Ciudad. Hoy, en la ciudad más rica del país, mueren niños porque no se destinan recursos ni hay voluntad de parte de este Gobierno para proteger a los niños", suma.
El Gobierno porteño es el principal responsable de la muerte de nuestra estudiante"
Desde el Gobierno porteño se negaron a hacer declaraciones a este medio, aunque alegaron haber enviado a sus representantes para "ponerse a disposición" de las autoridades de la escuela. Hoy por hoy, el temor de los docentes y de la familia es que se avance con lo que se intentó instalar en un primer momento: que la responsabilidad la tienen los más vulnerados; en línea con el anuncio que hace sólo ocho días realizó Rodríguez Larreta del avance con la quita de la ayuda social a los beneficiarios del programa Ciudadanía Porteña "si sus hijos e hijas pierden la regularidad escolar".
Mientras que la prioridad del Gobierno porteño es la quita de la asistencia a quienes más la necesitan y el cumplimiento de la regularidad escolar, los chicos se están muriendo de hambre. Y aquí, la literalidad es tan dolorosa como letal. Es por eso que los docentes llevan por estas horas adelante una jornada de reclamo en la escuela, mientras la familia de la nena también es asistida y acompañada por la organización La Garganta Poderosa desde la villa 21-24. ¿Las consignas concretas del reclamo?
Basta de hacer marketing con la educación y la salud de nuestros niños.
La única realidad es la muerte de nuestra estudiante y no lo que intentan mostrar.
Exigimos urgentemente políticas de cuidado integral para los niños.
¡Hoy seguimos gritando ni un pibe menos!
¡Exigimos justicia!
¡El Estado es responsable!