La furia del fuego sigue marcando el destino de la Patagonia. Tras días de combate incansable contra las llamas, brigadistas y fuerzas de seguridad lograron contener el incendio que asoló la región de Epuyén, en Chubut. La destrucción es inmensa: más de 3.500 hectáreas devoradas, familias evacuadas y paisajes reducidos a cenizas. Mientras la población intenta sobreponerse a la tragedia, la Policía detuvo a dos mujeres acusadas de haber iniciado el incendio.
Aún no trascendieron detalles sobre su identidad ni los motivos que las llevaron a desatar el infierno que se extendió sin control. La noticia sacudió a los habitantes de la zona, que exigen respuestas y justicia ante la catástrofe que los dejó sin hogar. El fuego fue finalmente controlado el jueves por la noche, pero la amenaza sigue latente. Las condiciones meteorológicas adversas, con fuertes vientos y temperaturas elevadas, aumentan el riesgo de reactivaciones.
Por precaución, la empresa Edersa realizará un corte preventivo de energía este viernes entre las 15 y las 19, afectando vastas zonas de El Bolsón, como Loma del Medio, Cerro Amigo, Villa Turismo y Mallín Ahogado. La tragedia ya se ha cobrado un saldo alarmante. Más de 70 viviendas resultaron afectadas y más de 200 personas fueron evacuadas. Familias enteras lo perdieron todo, mientras los brigadistas continúan recorriendo la zona para identificar posibles focos calientes y evitar un nuevo desastre.
Pero Epuyén no es el único foco de la emergencia. En El Pedregoso, tres focos de incendio continúan activos, aunque sin expansión significativa desde el miércoles. La situación es crítica: ya han ardido al menos 55 hectáreas de bosque nativo, arbustales y pastizales. Entretanto, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, el incendio que comenzó hace más de 40 días sigue devorando hectáreas a su paso.
Más de 230 brigadistas luchan contra el fuego en condiciones extremas, con la ayuda de helicópteros y aviones hidrantes. Aunque se permitió el acceso condicional de visitantes a Lago Steffen, Villegas y Los Pozones, las autoridades advirtieron que podría revocarse la medida si las llamas avanzan nuevamente. El panorama es desolador. El fuego sigue activo en dos puntos clave del parque: Lago Roca y Hess, y El Manso Inferior Cerro Santa Rita. Y lo peor podría estar por venir.
Las previsiones climáticas alertan sobre la llegada de un frente frío con vientos del noroeste de hasta 70 km/h, lo que podría avivar nuevamente las llamas y complicar aún más las tareas de contención. Los equipos de emergencia no descansan. Brigadistas, guardaparques y pobladores rurales trabajan sin pausa, con la colaboración de las Comisiones de Fomento de Villa Mascardi y El Manso.
Los recursos aéreos siguen siendo clave: helicópteros del Servicio Nacional de Manejo del Fuego y del Ejército Argentino, junto a aviones hidrantes con capacidad de 3.000 litros de agua, combaten las llamas desde el aire. El drama parece no tener fin. Desde el gobierno de Río Negro informaron que continúa la restricción de acceso a la Cascada Los Alerces y a varios lagos cercanos, incluyendo Lago Roca, Los Moscos, Steffen, Martín y el Brazo Tronador. La naturaleza sigue herida y las comunidades afectadas, desesperadas. Mientras los incendios siguen su marcha, el sur argentino se aferra a la esperanza de que las llamas finalmente cedan.