Luego de que los vecinos de la Villa 31 reclamaran en las últimas horas la falta del suministro de agua, esencial para la higiene durante la pandemia, este martes la Ciudad de Buenos Aires confirmó 11 nuevos casos de COVID-19, lo que suma un total de 13 infectados si se cuenta los dos enfermos detectados la semana pasada.
Según denunciaron algunos habitantes del barrio ubicado en Retiro, hace más de cuatro días que están sin agua, algo que dificulta enormemente el constante lavado de manos y la higiene que se recomienda para combatir el coronavirus.
Aunque la falta se presenta en algunos sectores, no es todos, es cierto que afecta también de lleno a los comedores, donde no se pueden preparar platos para alimentar a los vecinos.
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Incluso, muchos aseguran que para poder lavar los alimentos deben pedirle agua a otras casas alejadas que sí tienen suministro, mientras que además gastan el poco dinero que les queda para comprar botellas de agua mineral para consumo e higiene.
El Senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Mariano Recalde, denunció en las últimas horas que varias viviendas siguen sin agua y que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no permite que AYSA solucione el problema.
"No pueden higienizarse ni desinfectar sus casas. ¿Cómo puede ser que Larreta impida que AYSA solucione el problema? Es una irresponsabilidad absoluta", sostuvo, al mismo tiempo que Leandro Santoro, Diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aseguró que varios residentes de la Villa 31 le confirmaron que la falta de agua viene desde el sábado y que a raíz de eso no pueden ni siquiera lavarse las manos.
En medio de esta compleja situación, este martes se confirmaron otros 11 nuevos casos de coronavirus en el barrio, lo que suma un total de 13 infectados si se tiene en cuenta que la semana pasada se detectaron otros dos.
Según indicaron desde el Gobierno porteño, los contagios están todos vinculados, ya que se trata de personas que estuvieron en contacto por cuestiones familiares o laborales.
El primer caso reportado fue el de una señora que se acercó con síntomas al CeSAC número 21, que se encuentra en uno de los ingresos a la villa, y desde allí fue traslada a otro centro, hasta que se confirmó que era positivo para COVID-19.
Para evitar más contagios, la Secretaría de Integración Social y Urbana de la ciudad hace un seguimiento de los contactos estrechos de los enfermos, con el fin de aislar a personas que estén también infectadas pero asintomáticas.