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Todo sobre el bronceado: beneficios, consejos y precauciones

La llegada del verano es sinónimo de vacaciones y relajación, un momento ideal para lograr un color de piel tostado y agradable. Pero no siempre es aconsejable exponerse a los rayos inclementes.

12 Diciembre de 2015 06:32
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A pocos días de la llegada del verano y con el calor sofocante ya en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, muchos deciden aprovechar los días de sol para lograr un bronceado óptimo antes de las vacaciones.

BigBang consultó con una especialista sobre los beneficios y consecuencias de exponerse de manera constante a los rayos ultravioletas.

La búsqueda del bronceado ideal.

BENEFICIOS

Los rayos del sol pueden ser útiles para nuestros cuerpos. Laura Mijelshon -médica dermatóloga, directora del Centro Piel y Estética y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología- explica que la radiación ultravioleta tiene “beneficios vinculados con la síntesis de la vitamina D” en el cuerpo.

Esta vitamina contribuye a la absorción del calcio. Además provoca que el sistema nervioso se mantenga en funcionamiento, así como la estructura adecuada de huesos y dientes.

Estar expuestos al sol tiene beneficios vinculados con la síntesis de la vitamina D.

El tiempo requerido para que el cuerpo pueda sintetizar la vitamina D es de aproximadamente 60 minutos semanales, es decir, 30 minutos dos veces por semana o 15 minutos durante cuatro días, por lo que no es necesario permanecer bajo el sol mucho tiempo.

“La gente que en distintos países no tiene disponible la cantidad necesaria de luz solar, necesita adquirir suplementos dietarios basados en vitamina D, como también gotas o ampollas bebibles cuando haga falta. En nuestro país, la leche viene con Vitamina D incluida”, asegura la doctora Mijelshon.

Se debe cubrir el rostro a la hora de estar expuestos al sol. 

La doctora explicó que “no es necesario” estar mucho tiempo bajo los rayos ultravioletas. Los beneficios se pueden conseguir estando de 15 a 20 minutos. “Los rayos no deben impactar en el rostro porque es la zona que más se daña en la exposición”, aclaró.

CONSECUENCIAS

La prolongada exposición al sol puede lesionar la piel de gravedad.

Una exposición prolongada y sin los cuidados necesarios puede provocar lesiones en el cuerpo. Estar demasiado tiempo bajo la luz que emana el sol puede ocasionar graves daños en la piel.

“Los daños que pueden aparecer en la piel debido a la exposición de rayos ultravioletas son acumulativos, es decir, que no aparecen por tomar sol un día sino por la constante exposición desde muy chicos”, explica la dermatóloga.

Las lesiones benignas provocan manchas en la piel, entre otras cosas. 

Los efectos que puede provocar el sol “se dividen en dos grandes tipos”: los malignos y las lesiones benignas. Entre los malignos se encuentra el melanoma, cáncer de piel, y los no melanomas.

Entre las lesiones benignas se pueden encontrar manchas, arrugas, afinamiento de la piel, aparición de “arañitas”. Por lo general son más que nada estéticas.

La arena, el agua o la nieve pueden complicar la situación.

Existen diferentes factores que pueden provocar el aumento de radiación de los rayos del sol. “Las superficies refractantes reflejan las radiaciones ultravioletas. La arena, el agua, la nieve, las superficies espejadas, todo aquello que produce el reflejo del rayo de sol”, enumera Mijelshon.

BRONCEADO Y CUIDADOS DE LA PIEL

El bronceado es un mecanismo de defensa de la piel.

El bronceado es producto de la estimulación que genera la radiación ultravioleta cuando impacta en los melanocitos, células de la piel. Mijelshon cuenta que “es un mecanismo de defensa de la piel” contra la agresión ultravioleta.

“Los horarios permitidos para exponerse son los llamados sombras largas. Se producen cuando el sol no está arriba de la cabeza. Cuando más arriba, más corta es la sombra que producimos”, reveló la especialista, que aclaró que “los horarios prohibidos” son desde las 11:30 o 12 del mediodía hasta las 4:30 o 5 de la tarde.

Utilizar protector solar ayuda a evitar el daño en la piel. 

Utilizar protector solar es una eficaz forma de luchar contra las consecuencias de la radiación. “Hay que renovarlo cada hora y media o dos horas”, revela la dermatóloga. Cuando se ingresa al agua, ya sea pileta o mar, se debe volver a aplicar.