Los alumnos que tomaron la escuela Fernando Fader refaccionaron casi todas las aulas durante los días en que el colegio permaneció ocupado y sin clases, en rechazo a la reforma educativa planteada por el Ministerio de Educación de la Ciudad, que (entre sus componentes más polémicos) implementaría un sistema de pasantías durante el último año de clases. Contra el lugar común que habla -sin saber- de jóvenes revoltosos que destrozan las aulas, lo sucedido aquí fue exactamente lo contrario.
Todo ocurrió en el emblemático colegio ubicado en el barrio porteño de Flores, que tiene orientación técnica y artística. Los alumnos regresaron hoy a clase, tras levantar la protesta ayer. Durante las semanas en que se prolongó la toma, los estudiantes realizaron una serie de refacciones en paredes, techos y ventanas.
Así se encontraba una de las aulas que refaccionaron los alumnos durante la toma.
“Las aulas estaban destrozadas. La foto que se viralizó es del aula uno, que era de las peores”, contó Oriana, alumna de sexto año e integrante de centro de estudiantes. “La refaccionamos, pedimos materiales, revocamos, lijamos y pintamos. Estaba realmente muy mal desde hace muchísimo tiempo”, le dijo a BigBang la estudiante.
Oriana explicó que pidieron donaciones para obtener los materiales para realizar los arreglos, pero también a la recaudación del centro de estudiantes. “Tenemos una latita, fuimos pidiendo a quienes podían colaborar durante las asambleas, pero ya teníamos plata guardada”, contó. Y remarcó: “No somos pibitos tomadores de colegios que van a escabiar y fumar”.
Las aulas estaban rotas, con humedad y paredes rotas. Los alumnos las refaccionaron.
El reclamo por mejoras edilicias es moneda corriente desde hace años en el Fader, ubicado en el pasaje La Porteña al 54, en el barrio porteño de Flores. El edificio tiene más de 100 años y las tormentas registradas durante el último año provocaron varios destrozos. BigBang intentó comunicarse con el Ministerio de Educación porteño, pero fue imposible.
Panorámica de destrozos. El aula más grande del Fader se encontraba así.
De hecho, los problemas en el edificio son tan grandes que según la estudiante en las últimas elecciones del 13 de agosto no se pudo utilizar la escuela como centro de votación. “No puede haber muchas personas, nosotros somos 700 alumnos y estamos teniendo clases ahí”, aseguró la representante del centro de estudiantes.
Paredes descascaradas. Así estaban antes de ser pintadas por los alumnos.
Según comentó, antes de las tomas ya habían mantenido varias reuniones con autoridades del Ministerio de Educación para reclamar por mejoras edilicias.