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La cámara de
TN mostraba el drama de los inundados. Un
vecino con el agua a la altura de las rodillas salió desesperado y brindó un
testimonio conmovedor, cargado de dramatismo. “Hagan algo, acá hay seres humanos, hay criaturas, viejo.
Nadie se moja las pelotas, nadie se moja las patas. Nosotros somos rehenes políticos acá. Es lamentable que esté pasando esto. Estamos a 200 metros de la Basílica. ¿Quién mira esto?. Acá somos todos laburantes”.
En Luján hay más de 500 evacuados. El agua comenzó a bajar, y ahora hay que convivir con el drama.
El vecino se identificó como “Toti”, y así lo presentaron en las sucesivas repeticiones de la nota. También se definió como vendedor ambulante. Es innegable el drama que vive. Su relato moviliza. Indigna.
¿Pero quién es Toti? Se trata de Eduardo “Toti” Gómez, quien ocupó el segundo lugar en la comisión directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales hasta el año pasado, cuando decidió abrirse y pelearle la conducción del gremio desde la Lista Verde al titular, Enrique Peñalba.
Hay
vecinos de la ciudad que aseguran haberlo visto
trabajar como “trapito”, como se conoce a los acomodadores de coches en la calle.
Toti era el segundo en el Sindicato de Trabajadores Municipales, pero se abrió por la cercanía K del gremio.
El bisemanario local El Civismo escribe sobre la elección en el gremio y deja traslucir que Toti se alejó de la conducción del Sindicato y se presentó a elecciones después de cuestionar la cercanía entre Peñalba y el Frente para la Victoria lujanense que lidera Leonardo Boto. Toti perdió la elección apenas por 4 votos: 137 a 133.
En esta conferencia, Toti está sentado al lado del titular del gremio.
”Uno es viejo ya. A mi no me interesa, pero me interesa lo que dejo acá: mis nietos, mis hijos, los que vienen mañana.
¿Qué mierda pueden tener acá? ¿Qué es lo que pueden llegar a tener? ¿Cómo te
levantás
de esto?”. A medida de que iba hablando comenzaban a brotar las
lágrimas, lágrimas de resignación, lágrimas de bronca, lágrimas de desesperanza.
Reclamó la presencia de autoridades de la Provincia de Buenos Aires y habló en nombre de sus vecinos, “toda gente de laburo; seres humanos que quieren vivir mejor”. También
pidió que los recursos destinados a los inundados se distribuyan en forma correcta y equitativa. Se remontó hace 30 años atrás, cuando hubo reparto de viviendas, pero no le dieron porque no tenía recibo de sueldo. Años de sacrificio y derrota empujados por esta última inundación.
“¿Qué mierda pueden tener acá? ¿Cómo te levantás de esto?”, le preguntó Gómez a las cámaras.
En el informe del canal de noticias, las últimas palabras de Gómez, visiblemente enojado y afectado por la situación que vive él, sus vecinos y su ciudad, fueron elocuentes y emotivas: “
Somos una basura, acá, viejo. Nos sentimos sin dignidad. No somos seres humanos, nos sentimos mal. No quiero que me regalen nada, pero no tenemos la posiblidad”.