Durante el embarazo, además de mantener una buena y variada alimetación, es importante que las pacientes realicen los controles pertinentes y correspondientes a cada etapa. Gracias a ellos, se pueden prevenir enfermedades, muchas de ellas con síntomas inespecíficos como la toxoplasmosis, causada por un parásito.
“La enfermedad se puede ocasionar por ingestión de alimentos contaminados con insectos, carnes o productos que contengan carne poco cocida de animales infectados con quistes o taquizoitos”, explica el doctor Jorge Barattini, especialista en Medicina Reproductiva de WeFIV.
Además, el parásito denominado Toxoplasma Gondii se puede encontrar en vegetales, tierra, agua contaminada y en el excremento de gatos infectados. La toxoplasmosis tiene un período de incubación de 5 a 20 días y un alto porcentaje de pacientes no presentan síntomas.
Por eso mismo, quienes encaran el desafío de comenzar un tratamiento de fertilidad asistida, deben realizarse un test para descartar la infección.
Leer más | El tabaquismo daña la fertilidad y es una de las principales causas de complicaciones en el embarazo
“En la mujer con deseo reproductivo es fundamental la realización del estudio serológico para evaluar potencial riesgo a futuro. Sería importante pedir serología IGG e IGM para Toxoplasmosis”, indicó el especialista.Se trata de un análisis de sangre que, en caso de resultar positivo, quiere decir que la mujer está inmunizada porque ya transitó la infección, por lo que no deberá preocuparse. Si la prueba da negativo, significa que no la tuvo y deberá tener cuidados para no contraerla.
Prevención primaria
Para evitar contraer esta enfermedad, es fundamental la prevención primaria, que se consigue con el lavado frecuente de manos, con agua caliente y jabón.“Es importante el manejo de heces de mascotas y la utilización de guantes para la realización de trabajos con plantas. Quienes tienen gatos, no deben darles carnes rojas crudas y ni permitir que estén en contacto con los residuos en la calle”, aclaró Barattini.
Además, en cuanto al manejo de alimentos durante el embarazo, el especialista indicó que se sugiere que las carnes rojas y los productos con carnes en general sean consumidos bien cocidos, a altas temperaturas mayores a 70-80 grados.
Del mismo modo, se debe contemplar la conservación de este tipo de alimentos a bajas temperaturas, menores de 18 grados por 48 hs, para destruir los quistes.
También es importante pelar las frutas, lavar bien las verduras, y limpiar los sitios y complementos de cocina. Tampoco se recomienda el consumo de embutidos.
Embarazo y transmisión vertical
En el caso de una mujer embarazada, a través del examen clínico se pueden detectar síntomas de toxoplasmosis como agrandamiento del hígado y del bazo (hepatoesplenomegalia), así como también presencia de adenopatías. En este escenario, según el médico, “los riesgos tienen que ver con la infección congénita y las consecuencias sobre el feto”.La afección más común en el feto es la ocular, presentando coriorretinitis, pero también puede causar compromiso neurológico y, en algunos casos, es posible dar a luz neonatos asintomáticos con toxoplasmosis.
Leer más | Menopausia precoz: qué pasa cuando el ovario deja de funcionar antes de tiempo
“El riesgo de transmisión es mayor a medida que la edad gestacional avanza, pero el compromiso fetal es menor”, comentó. La transmisión vertical representa un 10-15 % en el primer trimestre, un 25 % en el segundo trimestre y un 60% en el tercero.Por eso mismo, la prevención es fundamental para vivir un embarazo sin complicaciones y, en ese sentido, los buenos hábitos de higiene y consumo son fundamentales.
Del mismo, es elemental hacerse los chequeos y análisis correspodientes a cada mes para evitar enfermedades que puedan afectar al bebé.