por Matias Ayrala
23 Abril de 2022 08:00Hace muy poco tiempo, en medio de la etapa más dura de la pandemia de coronavirus, los argentinas y las argentinas salían a los balcones para homenajear a los trabajadores de la salud. A través de aplausos, la ciudadanía transmitía su agradecimiento y admiración a los miles de médicos, especialistas y enfermeros que arriesgaban su vida para salvar a otros.
El tiempo pasó. Llegaron las vacunas. El COVID-19 se convierte, de a poco, en un horrible recuerdo. Regresa a la normalidad. Las cosas cambiaron para muchos. Salvo para los trabajadores de la Salud de los hospitales porteños. Para ellos todo fue peor, muchísimo peor.
A los sueldos de miseria con los que tuvieron que afrontar no solo la pandemia sino también la suba inflacionaria, ahora se les suman los despidos y la constante precarización laboral que lleva adelante el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en los hospitales públicos porteños.
Como muestra está la Ley 6.035, votada por el PRO porteño en la Legislatura, que no considera a los licenciados en Enfermería como profesionales y les bajan los sueldos entre un 30 y 40% en comparación con los médicos. Además, por ejemplo, aquellos enfermeros que fueron convocados durante la pandemia para prestar servicios, hoy son echados porque no se encuentran dentro de la planta permanente de los hospitales o están fuera de convenio.
Frente a esa actitud, los trabajadores de la salud realizaron diversos paros en los hospitales porteños. El viernes 22, los que están nucleados en la Agrupación Hospitales de la Ciudad de ATE hicieron paro y reclamaron por el aumento salarial, por el rechazo a los despidos y por el reconocimiento a la carrera profesional de enfermeros, técnicos y terapistas. Las medidas de fuerza seguirán en las próximas semanas.
Para explicar cómo es la actualidad de los trabajadores de la Salud, cuánto cobran, cuál es la importancia de cada uno de ellos en el día a día y las propuestas que le hicieron al Gobierno Porteño para mejorar la atención en los hospitales públicos, BigBang charló con Rodolfo Arrechea, secretario general de ATE Hospital Rivadavia y Coordinador de la Mesa Nacional de ATE Salud.
-¿Cuál es la situación de los trabajadores de la salud?
-Es muy delicada. El viernes realizamos un paro de 24 horas, en principio, en el Hospital Rivadavia y en el resto de los hospitales nucleados en ATE. Lo que planteamos es la reapertura de las paritarias y queremos un reconocimiento específico para los trabajadores de la salud. Y también terminar con la baja de los contratados del personal de enfermería, que habían ingresado en esa modalidad durante la pandemia. Si bien es cierto que hubo un mecanismo de concurso, lo que no queremos es que haya más bajas porque se está trabajando con el personal justo en el sector de enfermería. Si empiezan, nuevamente, a haber bajas, se va a dificultar la calidad de atención.
-¿Cuál era la situación en marzo de 2020, cuando el coronavirus llegó a Argentina?
-A nosotros nos agarró la pandemia con 600 camas hospitalarias menos, que es como haber cerrado el Durán y el Santojanni en 24 horas; con un déficit de 5.000 enfermeros, y con los sueldos bajísimos. El sueldo promedio para un enfermero es de 55.000 y 57.000 pesos por mes. Nosotros queremos que hay aumento en las horas Módulos porque la mayoría del personal de enfermería hace esos Módulos, que serían horas extras. Pero ahí surge un inconveniente. Por un lado, el Gobierno de la Ciudad cubre la falta de personal con esas horas extras. Pero también es cierto que pasó a ser parte del sueldo de los compañeros y las compañeras.
-¿Y para lograr un sueldo más o menos digno cuántas horas extras deben hacer por día?
-Implica quedarse seis o siete horas más todos los días. Lo que significa que hacen jornadas laborales de 14 o 15 horas y la gente que vive un poco lejos, termina 17 horas adentro del hospital. Entonces estamos con esta situación.
-¿Qué más están pidiéndole al Gobierno de la Ciudad?
-Estamos pidiendo también que la equiparación del valor de las guardias con los médicos. Es una equiparación justa. Cada enfermero cobra 3.500 pesos una guardia y el personal médico llega a 23.000 pesos cada guardia. Esto no es una guerra de médicos contra el resto del escalafón general. Es que esta situación es muy complicada. Salud, a diferencia de otras áreas del Gobierno, trabaja en equipo. Y tenemos a lo largo de todo el país, 1.384 trabajadores de la Salud que perdieron la vida productor del coronavirus. En el Rivadavia, por ejemplo, tres compañeros fallecieron y tuvimos más de 240 trabajadores que se contagiaron, y algunos de todos ellos se volvieron a contagiar. Sin embargo, a diferencia del resto de las áreas del Gobierno de la Ciudad, los hospitales trabajamos las 24 horas de todos los días. Los hospitales no se cierran. Por ejemplo, tuvimos alrededor de 5.500 hisopados mensuales en la etapa de mediana demanda y luego los superamos en las Unidades Febriles del hospital. Y eso se hizo con los trabajadores de la Salud poniendo el cuerpo.
-¿Qué más quieren?
-Queremos que exista un reconocimiento específico para los trabajadores de la salud. Y queremos la inmediata reapertura de las paritarias para adecuar los salarios con la pérdida que estamos teniendo producto de la alta inflación.
-¿De cuánto debería ser la recomposición salarial si se da la reapertura de las paritarias?
-Debería ser del 15% para arriba, agregado a lo que ya se dio. Eso como mínimo porque la inflación sigue subiendo, como la de marzo, y esto tiene un fuerte impacto en nosotros que tenemos los sueldos más bajos de la Ciudad.
-Por supuesto, son sueldos que están por debajo de la línea de la pobreza para trabajadores que fueron y siguen siendo considerados esenciales. ¿Qué viven en el día a día?
-No hay más áreas covid en el hospital y todas las salas volvieron a tener el funcionamiento que tenían antes de la pandemia. Todo es aflojó.
-¿Y en cuanto a las agresiones a los médicos y enfermeros por parte de pacientes o familiares de pacientes?
-La violencia está instalada porque, claramente, la parte de la sociedad que padece el impacto económico y se atiende en el hospital es la que más sufre todo eso. Y, a veces, creen que la respuesta la tiene que dar el trabajador de la Salud en las ventanillas cuando vienen a buscar los turnos o en las guardias. La realidad es que la responsabilidad la tienen los funcionarios del Gobierno.
-¿Cree que hay forma de cambiar eso?
-No lo sé. Lo que si creo es que debería existir una ley en la Legislatura Porteña que exija que todos los funcionarios y su grupo familiar, esposa e hijos, deban atenderse en el hospital público. La razón es que, con más de 40 años en la actividad, te puedo decir que es la única manera en la que van a pensar en mejorar la situación de los hospitales. No puede ser que en los hospitales se atienda media jornada con el 100% de la prestación y el resto del día funcione cómo servicio de emergencia. Nosotros creemos que hay que atender la atención por lo menos de las ventanillas donde se otorgan los turnos, saldría 0 pesos, y ni siquiera pedimos que tomen más personal administrativo sino que le den horas extras, y puedan atender hasta las 18 horas. De esa forma, la gente en vez de estar haciendo cola a las dos o tres de la mañana, a veces con frío, lluvia o calor, y encima con situaciones económicas delicadas, pasan horas para llegar a la ventanilla de atención y a veces, cuando llega se entera que no hay más turnos, o que los turnos de ese día no acceden a la atención. De hecho, hay un retraso de cuatros meses en la atención, inclusive para las operaciones programadas más sencillas como las de vesícula. También estamos teniendo una fuerte presión hacia las áreas de cirugía, en clínicas y especialidades, porque aquellos que no se atendieron durante la pandemia y todo se empieza a normalizar, lógicamente ahora se vuelcan a hacerse los chequeos.
-¿Cómo sostienen esa demanda tan alta?
-En el caso del Rivadavia, donde se atienden a diaria entre 1.800 y 2.000 pacientes por día, se sostiene con el esfuerzo de los trabajadores hospitalarios. Y así como en un momento nos aplaudieron, todos también reconocieron que lo que sostuvo, porque estamos a punto de derrotar al COVID, el triunfo en la pandemia fue gracias al esfuerzo inmenso de los trabajadores de la salud, aún a costa de sus propias vidas para muchos de ellos. Todos se llenan la boca pero no hay un reconocimiento económico que es lo que planteamos el viernes. Y seguramente, el paro siga en la próxima semana.
-En el Rivadavia hay 1.280 trabajadores, ¿es cierto que el Gobierno de la Ciudad quiere reducir la plantilla en un 30%?
-Eso no va a pasar. Si hay algo que me caracteriza es decir cifras de alto impacto. Pero a Larreta no le voy dejar que me descalifique con números que no son reales. Nosotros atendemos en todos los hospitales, 9.178.000 consultas externas por año; tenemos más de 1.100.000 operaciones por año. Todo eso lo hacen los trabajadores de la salud. Y eso que estamos en una Ciudad que es compleja y paradójica porque cada 10 habitantes, 8 tiene resuelto el problema de la atención hospitalaria a través de las obras sociales o la medicina prepaga. Pese a todo eso, tenemos un 35% de personas que provienen del Conurbano e intentan tener una respuesta sanitaria. Estamos de acuerdo que el hospital tiene que ser de puertas abiertas para todos pero lo que tenemos que ponernos de acuerdo es que los trabajadores de la Salud merecemos un reconocimiento.
-Además de los pedidos al Gobierno de la Ciudad, ¿tuvieron la chance de hablar con el Gobierno Nacional?
-Sí, nosotros hablamos con el presidente Alberto Fernández y le planteamos que queremos, como los docentes, una paritaria nacional de salud, que no implica solo discusión de plata sino que implica tener la posibilidad de que la gente se pueda jubilar a los 55 años, que de Jujuy a Tierra del Fuego las prestaciones sean en los mismo horarios, e ir corrigiendo todo lo que tiene que ver con las condiciones de los equipos de salud. Y por supuesto, que el paciente sea el beneficiario de esos cambios y de lo que significa trabajar en mejores condiciones, y los trabajadores que queremos un reconocimiento salarial porque lo merecemos. El presidente nos dijo que sí y ojalá que se pueda dar en los próximos meses. Sabemos que Jujuy no va a pagar el mismo sueldo que algunos efectores de la Ciudad, pero sí tiene puede tener el mismo régimen de horario o que todos nos podamos jubilar con un 82% como los trabajadores de la Educación o que se baje la edad para acceder a esa jubilación.
-Es una ampliación de derechos total.
-Exacto. Nosotros no solo exigimos a nivel salarial sino que también ponemos mucha fuerza en cómo el Estado tiene que intervenir en las políticas públicas. En este caso, en lo que a mí me toca, en la política de la Salud. Creemos que tiene que haber un sistema integrado de la salud, nosotros queremos ser parte de esa discusión, como lo planteo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Nosotros no estamos en contra del sistema público pero tiene que haber una articulación. Ha quedado demostrado que cuando se trabaja coordinadamente, es importantísimo el rol del hospital público. De la Ciudad a la provincia de Buenos Aires por el coronavirus hubo 200 mil derivaciones y eso tiene que ver con la fortaleza del sistema público de los hospitales. Y en otras provinicias, por ejemplo, hubo derivaciones del interior. Recuerdo cuando el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, al principio de la pandemia, invitó a que el campeonato de fútbol se hiciera en Jujuy, después terminó pidiendo médicos, enfermeros y la aparatología. Así fue como se enviaron respiradores desde el Ministerio de Salud que le salvaron a la vida a cientos de personas. Y a eso hay que sumarle la acertada decisión de la cuarentena en 2020 y en 2021 que permitió, cuando no había vacunas, salvar miles de vidas de argentinas y argentinos. Y fue el hospital público el que trabajó sin parar. Todo lo que hicimos fue y es un orgullo.