Pablo García Aliverti, quien el viernes fue condenado a cuatro años de prisión por homicidio culposo, tras atropellar y asesinar al vigilador Reinaldo Rodas en la Panamericana, sostuvo que había “pruebas suficientes para la absolución”, y cuestionó el fallo del Tribunal Oral N° 6 de San Isidro. “Es antipático que diga si soy culpable o no”, disparó.
El fallo a cuatro años de prisión aún no se encuentra firme, motivo por el que el hijo del locutor y periodista Eduardo Aliverti se encuentra en libertad hasta tanto se confirme la sentencia. En diálogo con radio La Red, el locutor sostuvo que el viernes no llegó manejando a la sentencia en los tribunales de San Isidro, como se había difundido en una primera instancia. Además, indicó que desde el siniestro, en febrero de 2013, no conduce.
Reconstrucción. Años atrás, durante el juicio, García Aliverti sobre la Panamericana.
“No estoy de acuerdo con el fallo, es una cuestión más técnica, entendemos que había pruebas suficientes para la absolución”, señaló, al tiempo que reconoció: “Es antipático que diga si soy culpable o no”. En este sentido, apuntó hacia la “conducción de Rodas en la Panamericana y no por la banquina”.
Para García Aliverti, los jueces que lo condenaron se dejaron influenciar por los medios de comunicación, y analizó que el caso tuvo mucho impacto por tratarse del hijo del reconocido locutor y periodista de Página 12. “Hubo casos más graves en los cuales la resolución, dinero mediante, fue otra. Creo que hubo una gran demonización”, apuntó.
El caso ocurrió en febrero de 2013, cuando García Aliverti atropelló con un Peugeot 504 al vigilador privado que conducía una bicicleta por la Panamericana. Luego de chocarlo, manejó 17 kilómetros con el cuerpo incrustado en el vehículo hasta un peaje. Según explicó, condujo hasta allí “para pedir ayuda”.
Manejó 17 kilómetros con el cuerpo sobre el capot.
“Yo no conocía la zona, sabía que el lugar para conseguir ayuda era el peaje. Una parte del cuerpo de Reinaldo estaba sobre mi cuerpo, mi celular estaba en el pantalón y no quise mover nada”, detalló. El control de alcoholemia que le hicieron demostró que tenía 1,45 gramos de alcohol en sangre. Sin embargo, aclaró: “La pipeta no tiene ni mi nombre ni está firmada, no estaba calibrada, fue una muestra mal hecha”.
De todos modos, reconoció que esa noche había ingerido alcohol. Según García Aliverti, fueron dos cervezas que incluso le permitían manejar, ya que, de acuerdo a su versión, estaba “en el rango del 0,5”, el límite máximo permitido para conductores de automóviles particulares.
Según el locutor, la relación con la viuda de Rodas era buena, aunque los hermanos de la víctima “son más combativos”. De todos modos aclaró que entiende “el dolor”. Aldo, el hermano de Reinaldo, había exigido una disculpa. García Aliverti dijo que lo llamó pero que no obtuvo respuestas: “Es más profundo que pedir perdón, es sentarse a charlar más que decir 'perdoname por lo que pasó'”.
Fuente: Radio La Red.