24 Junio de 2015 13:22
Finalmente, en la tarde de hoy el juez federal Claudio Bonadío resolvió conceder a los empresarios Mariano y Hugo Jinkis, padre e hijo, el beneficio de la prisión domiciliaria hasta se resuelva su extradición solicitada por la justicia de los EE.UU en el marco del escándalo de las coimas en la FIFA.
Así los buscaba Interpol.
Sin embargo, Bonadío les impuso a los detenidos que usen tobilleras electrónicas y una fianza de $ 8 millones para Mariano y una de $ 4 para Hugo. En cuanto a la diferencia de fianza, el magistrado sostuvo que en el caso de Mariano, contrariamente a su padre, tiene "ausencia de limitaciones físicas, y el consecuente potencial para soportar una eventual fuga".
Hugo paga $ 4 millones para esperar la extradición en su casa.
El fiscal, Eduardo Taiano, no se había opuesto a la excarcelación de ambos, pero impuso como condición que se les imponga a ambos una importante suma como fianza.
Ahora, para dejar los calabozos donde permanecen detenidos en Villa Riachuelo, las defensa deberán juntar el dinero o bienes para depositar en un banco a disposición del juzgado, por lo tanto se descuenta que la salida no sería en el día de hoy.
Hugo y Mariano Jinkis salen de los tribunales de Comodoro Py, esposados y rumbo a prisión.
Los Jinkis son dueños de la empresa Full Play y están acusados por la justicia de Estados Unidos de haber pagado sobornos para quedarse con derechos de comercialización vinculados a los torneos de fútbol más importantes que organiza la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
El tercer empresario argentino involucrado en el escándalo es el ex CEO de Torneos, Alejandro Burzaco, quien se entregó, a principios de mes, a Interpol en Bolzano, Italia. Burzaco, hoy también goza de prisión domiciliaria en esa paradisíaca ciudad. El ejecutivo afrontará un proceso similar al de los Jinkis pero ante tribunales italianos debido a que posee doble nacionalidad.