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Tres camaristas, acusados de ayudar a un fiscal abusador

Luego de estar procesado durante ocho años acusado de abusar de sus dos hijas y maniobrar en la Justicia para ser sobreseído, un fiscal federal ahora fuerza la revinculación con las nenas con la ayuda de tres camaristas.

16 Mayo de 2016 15:07
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Años después de que una mujer denunciara que sus dos hijas fueron abusadas por el padre, un fiscal federal, ahora tres camaristas fueron expuestos por impulsar una "revinculación" de las niñas con su progenitor. Se trata de tres integrantes de la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil: Mauricio Mizrahi, Omar Díaz Solimine y Claudio Ramos Feijoo.

La más pequeña de las niñas tenía tres años al momento de los hechos. 

Tal como desarrolla LaPolíticaOnline.com, el abuso de las niñas se descubrió cuando la madre llevó a la menor de ellas -de entonces tres años- a una clínica, ya que se quejaba de dolores en sus partes íntimas. Luego del examen físico, el director médico de la clínica llamó a la mujer para darle la terrible noticia.

La acusación hacia el padre vino luego de un cruce de información entre los médicos y la madre, que llevó a determinar que la nena había sido abusada en momentos en los que se encontraba con seguridad acompañada por él. Testimonios en Cámara Gesell sumaron a la evidencia y, además, determinaron que la hermana mayor de la niña también había sido víctima de abusos. 

Así, el fiscal federal y padre de las niñas, oriundo del interior de la provincia de Buenos Aires, estuvo ocho años procesado. Pero, gracias a sus contactos, logró trasladar la causa a la capital donde tenía sus principales contactos judiciales y logró el sobreseímiento. 

El testimonio en Cámara Gesell de las hermanitas complicó a su padre. 

Luego, amplió su influencia y recurrió a Mizrahi, Díaz Solimine y Ramos Feijoo para forzar la “revinculación” con las nenas, lo cual las obliga a volver a tener una relación cercana con el hombre acusado de abusarlas. Y, ante las dificultades que presentaba el proceso, el hombre demandó a la madre buscando quitarles la tenencia. 

De esta manera, la mujer denuncia que sufre un hostigamiento permanente de la Justicia, que la cita a continuas indagatorias acusándola de impedir la revinculación, y que recibe continuas amenazas de muerte.