Mientras que se espera que la vacuna que está elaborando el laboratorio anglo-sueco AstraZéneca y su socio científico la Universidad de Oxford pueda recién comenzar a ser aplicada a los grupos vulnerables a fin de este año, un grupo de investigadores propuso el uso de un antioxidante natural como remedio terapéutico para el coronavirus ante la falta de un fármaco que ayude a fortalecer las defensas del cuerpo.
El antioxidante en cuestión es conocido como catalasa y es capaz de descomponer eficazmente el peróxido de hidrógeno. Al mismo tiempo, señala un artículo publicado recientemente en la revista científica Advanced Materials, esta molécula participa en numerosos procesos fisiológicos.
El grupo de científicos que proponen el uso de este antioxidante natural está compuesto por ciudadanos chinos. A su vez, de la investigación colaboran personal de Estados Unidos, los cuales llevaron a cabo varios experimentos con macacos rhesus y demostró la eficacia de esta enzima en tres aspectos.
Según los autores del informe, la catalasa fue capaz de suprimir la replicación del virus SARS-CoV-2 en los animales sin causarles ningún impacto tóxico. También -señalan- ejerció una acción antiinflamatoria regulando la elaboración de citicinos: agentes del sistema inmunitario cuyo exceso provoca la inflamación sistémica, que es una complicación que presenta el contagio de COVID-19, entre varias otras.
Por otra parte, remarcaron que el compuesto orgánico ayudó a proteger las células alveolares en los pulmones contra el daño que les ocasiona la oxidación: es un efecto importante para los enfermos con coronavirus graves, lo que le provoca dificultades en la respiración. Según informó el sitio RT, el equipo administró la enzima en nanocápsulas y admite que no está del todo claro el "mecanismo de acción" de la catalasa en esta forma.
A pesar de esto, los investigadores aseguran que funciona. "En contraste con el enfoque actual en las vacunas y los medicamentos antivíricos, este puede proporcionar una solución terapéutica eficaz para la pandemia, así como el tratamiento de la hiperinflamación en general", informaron los autores.
A mediados de septiembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que apoya la investigación en África de remedios naturales para luchar contra el covid-19 y otras epidemias. Expertos de la OMS y de otras dos organizaciones "aprobaron un protocolo de ensayos clínicos de fase 3 de fitoterapia contra el Covid-19", había precisado la sede regional africana de la organización, en Brazzaville, República del Congo.
El organismo explicó que "los ensayos clínicos de fase 3 son esenciales para evaluar plenamente la seguridad y la eficacia de un nuevo producto médico y agregó: "La aparición del covid-19, de la misma manera que la epidemia del ébola en África occidental, puso al descubierto la necesidad de reforzar los sistemas de salud y de acelerar los programas de investigación y desarrollo, en particular las medicinas tradicionales".
Prosper Tumusiime, uno de los expertos de la OMS, publicó en el comunicado que "si un producto de medicina tradicional demuestra ser seguro, eficaz y de calidad garantizada, la OMS recomendará una fabricación local a gran escala y rápida". Los dos socios de la OMS son el Centro africano para el control y prevención de enfermedades y la comisión de asuntos sociales de la Unión Africana.La epidemia reabrió el debate sobre las medicinas tradicionales en África. Pero algunas iniciativas han sido controvertidas, como la de Madagascar, que entregó a varios países africanos lotes de una bebida a base de artemisia, una planta de efecto terapéutico contra la malaria, y que el presidente malgache Andry Rajoelina aseguró que era eficaz contra el covid-19, aunque no lo fue.