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Un argentino diseña las "casas" para los astronautas que irán a Marte

El ingeniero aeroespacial Pablo de León trabaja en el diseño de los hábitats para los astronautas que irán a Marte. De León dice así como al pasar que es necesario ir a Marte por si la Tierra choca con un asteroide, advierte que los astronautas estarán expuestos a radiación cósmica y solar y tienen alto riesgo de padecer cáncer, pero promete que podrán comer de vez en cuando una ensaladita en el Planeta Rojo.

por Daniel Riera

05 Marzo de 2016 11:29
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En 2031, si todo sale bien, una nave tripulada por cuatro astronautas llegará a Marte. Tal como van las cosas, luego del amartizaje lo más probable es que los astronautas vivan en el hábitat que para ellos diseña en estos días por encargo de la Nasa el ingeniero aeroespacial argentino Pablo de León, director del Departamento de Estudios Espaciales de la Universidad de North Dakota. De León explica aquí en qué consiste su trabajo, cuáles son las dificultades a las que se enfrenta y por qué es importante para la humanidad dar este nuevo paso.  

Pablo De León realiza las “viviendas” de los astronautas que irán a Marte.

 -¿Para qué queremos ir a Marte?

-Marte es, lejos, el planeta más parecido a la tierra de nuestro sistema solar. Tiene agua, gravedad, una atmósfera y una temperatura que lo hacen soportable. Si bien las temperaturas son extremas (por estar más lejos del sol se hace bastante frío), las podemos llegar a soportar. Es el planeta más interesante. Si supiéramos que aunque más no fuera hace millones de años hubo vida en Marte, si encontráramos al menos fósiles microscópicos, la vida dejaría de ser un fenómeno exclusivamente  terrestre. Cambiaría nuestra posición y nuestra idea del lugar que ocupamos en el universo.Estoy seguro de que Marte reúne las condiciones para albergar vida humana.

“Estoy casi seguro de que Marte reúne las condiciones para albergar vida humana.

¿Y si la Tierra choca con un asteroide?

Nuestro planeta es extremadamente frágil y no estaría de más tener una especie de póliza de seguro para la humanidad, otro lugar al cual recurrir si las cosas se pusieran muy complicadas en la Tierra. Toda la historia de nuestra especie, toda la ciencia, todo el arte, todo lo que hicimos los humanos solamente existe en este lugarcito, que es un grano de arena en el espacio cósmico, y siempre existe la posibilidad de una hecatombe planetaria, que puede ser un choque con un asteroide, por ejemplo. Suena medio loco, pero es una posibilidad muy real y la tenemos que tener en cuenta.

“Siempre existe la posibilidad de una hecatombe planetaria, que puede ser un choque con un asteroide.

“Siempre existe la posibilidad de una hecatombe planetaria”

Un conocido dice, medio en broma, medio en serio: “los dinosaurios desaparecieron porque no tenían programa espacial”. La verdad es que tener un segundo hogar, una segunda posibilidad, aunque sea para un grupo reducido de gente, es importante. Estoy seguro de que vamos a dejar de ser una especie uniplanetaria y vamos a pasar a ser una especie multiplanetaria.Viviremos en la Tierra, pero también en la Luna y en Marte, y nos vamos a ir extendiendo. Somos las bacterias del sistema solar, y ojalá de más allá. Todo espacio que ocupamos nos termina quedando chico.

Representación del hábitat donde vivirán los astronautas.

“Viviremos en la Tierra, pero también en la luna y en Marte.

-¿Cómo llegó a trabajar en el proyecto de hábitat para los astronautas que vivirán un tiempo en Marte?

-En 2005 trabajé en un prototipo de traje espacial para Marte. Mucha de la tecnología que se utiliza para trajes espaciales tiene que ver con sistemas inflables, porque utilizás el mismo tipo de fibras sintéticas, los mismos métodos de sellado, los mismos métodos de interconexión con elementos mecánicos. En 2009 le propuse a la Nasa la creación de un módulo inflable de hábitat para misiones de simulación con cuatro tripulantes. El proyecto salió bien. A principios de este año hicieron un llamado a concurso para nuevos prototipos para bases en Marte. Sobre la base de mi trabajo anterior, presenté una propuesta y gané el concurso.

Maqueta del habitat, visto desde arriba

Debo desarrollar un hábitat completo con una cantidad de módulos diferentes, que tiene que ser terminada en tres años, luego de los cuales se va a probar con diferentes tripulaciones. Seguiremos produciendo mejoras hasta que “frizemos” el diseño y empecemos a producir el modelo definitivo. Es un proceso bastante largo debido a la complejidad de la misión. Te tenés que asegurar que la tripulación va a poder volver a la tierra en el caso de un fallo en alguno de los sistemas cruciales de la nave.

     -¿Cuáles son los detalles esenciales a tener en cuenta?

 -Necesitamos resolver los temas que que hacen a nuestra humanidad: dormir, alimentarnos, tener agua potable, ir al baño, etc., para mantener una vida confortable y factible a millones de kilómetros de la tierra. El otro tema es comprender las características del lugar donde vamos. La existencia de una sustancia tóxica como el perclorato, por ejemplo, obliga a pensar en sistemas de compuertas especiales para aislar a los astronautas del suelo. Algunas cosas serían parecidas a la vida en un submarino o en una estación antártica pequeña.

De León trabaja para que los astronautas se puedan comer una ensaladita de vez en cuando.

El hábitat es meramente utilitario. Lo importantes es la producción de oxígeno, el reciclado del agua y demás: todo está dirigido al “Mission Success”: que puedan volver a la Tierra con vida.Van a viajar con comida deshidratada, que ocupa poco espacio dentro de la nave: la van a rehidratar durante el viaje, y, luego, cuando estén en Marte. La comida viene empacada: le das una especie de inyección de agua caliente y la rehidratás. Estoy trabajando en un dispositivo para la producción de plantas comestibles en el espacio, una especie de invernadero que se llama veggie, para que puedan comer de vez en cuando una ensaladita.

“El baño de Marte será bastante parecido a un inodoro.

Cada uno tiene su camarote y hay un baño para toda la tripulación. El baño de Marte será bastante parecido a un inodoro. Y en Marte tendrán camas como las de la Tierra. La gravedad marciana equivale a un 38 por ciento de la terrestre: a partir de unos días, los astronautas ni lo van a notar. Una persona livianita que pesa 60 kilos, en Marte pesa 20 kilos, que es suficiente para poder desplazarse.

    -¿Quién llevará los materiales para la construcción del hábitat?

    -Una misión anterior, robótica, se ocupará de inflar el hábitat para que quede en posición. La idea es reducirles el trabajo logístico a los astronautas, que ellos amarticen y se desplacen caminando o en su Rover hasta el hábitat. Y, por supuesto, si la misión robótica tiene algún problema durante ese proceso, después no mandás a los humanos.

“El aumento de la posibilidad de tener cáncer en el viaje a Marte es bastante importante. 

 -¿Cuáles son los riesgos más importantes que correrán los astronautas en la expedición?

-La vida en la superficie de Marte no me preocupa tanto como el tránsito entre la Tierra y Marte, donde los astronautas no tienen absolutamente nada que los proteja.  Se van a encontrar con dos fuentes de radiación -la radiación cósmica y la radiación solar- que pueden llegar a dañar su salud para siempre, debido a que aún no hemos logrado crear un sistema de blindaje activo para las naves espaciales. El riesgo de cambios mutagénicos -por ejemplo el aumento de la posibilidad de contraer cáncer- es bastante importante: por eso se está hablando a mandar a astronautas maduros, de alrededor de 50 años, que ya hayan tenido su vida y sus hijos. La duración de un viaje a Marte a propulsión química es de un año de ida y un año de vuelta. Y el riesgo no es sólo la radiación que absorben, sino que además cuanto más largo es el viaje, mayor es la posibilidad de que se rompan cosas en la nave.

 

La NASA trabaja a toda velocidad para que el próximo vuelo a Marte pueda salir en 2031

Propulsión nuclear

No estamos haciendo lo suficiente para desarrollar sistemas de propulsión más rápidos, muchas veces por ser políticamente correctos, porque la propulsión nuclear nos permitiría llegar a Marte en un mes y no en un año. Yo entiendo que cuando hablás de energía nuclear dentro de la tierra es un problema serio: recordamos Chernobyl, Fukushima, etc., pero la realidad es que cuando hablamos de misiones para el espacio profundo, la propulsión nuclear puede llegar a ser nuestra única salida. La energía atómica se ha vuelto mala palabra, pero cuando hablás de propulsión espacial, las probabilidades de que ocurra algo grave son reducidas. Si empezamos a usar propulsión nuclear, el sistema solar se vuelve cercano: podemos llegar en un año a los planetas más lejanos del sistema solar.

        

-Las películas como Misión rescate, donde los astronautas la pasan tan mal, ¿estimulan el interés en el programa especial o lo desalientan?

 -Lo que pasó en la película no puede ocurrir. Debido a lo tenue de la atmósfera marciana, un astronauta apenas sentiría un viento de 200 kilómetros por hora, nunca podría salir volando, con lo cual todo el plot de la película se va al piso. Más allá de esa licencia, lo que muestra la película es el triunfo del espíritu humano más allá de las dificultades. Es indudable que vamos a tener problemas, que las misiones no van a salir perfectas y que va a haber accidentes. La gran pregunta es si independientemente de las dificultades y el costo vale la pena la exploración espacial y si como especie estamos dispuestos a intentarla.

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