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Un astronauta responde una pregunta clave: ¿por qué no se debe eructar en el espacio?

Chris Hadfield, ex comandante de la Estación Espacial Internacional, reveló la razón detrás de tal impedimento.

10 Noviembre de 2018 06:54
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El astronauta canadiense Chris Hadfield, ex comandante de la Estación Espacial Internacional, se retiró hace cinco años y desde entonces se dedica a escribir libros, recorrer medios de comunicación y responder preguntas en redes sociales para divulgar los secretos de la vida en el espacio. 

El astronauta Chris Hadfield respondió un particular interrogante

Y fue a través de la consulta de un usuario de Twitter que develó una particular cuestión: ¿por qué los astronautas tienen prohibido eructar en el espacio?

Hadfield, siempre servicial, respondió explicando la razón. "No se puede porque en el espacio el aire, la comida y los líquidos contenidos dentro del estómago flotan juntos como burbujas", escribió. "Por lo tanto, si eructás, básicamente terminás vomitando dentro de tu boca".

Así, la principal barrera -como en tantas otras cuestiones relacionadas con la vida en el espacio- es la falta de gravedad. En la Tierra, la comida en digestión y los jugos gástricos permanecen asentados en el estómago y, si hay gases atrapados, se elevan (ya que son más livianos que los sólidos) y salen por la boca en forma de eructo. 

Pero en el espacio, no hay gravedad que mantenga todo en su lugar, por lo que en caso de eructo, el aire saldrá expulsado de la boca pero también el resto del contenido estomacal. 

¿Y el baño?

Ir al baño, mientras tanto, es una tarea un tanto incómoda. Para orinar, una especie de embudo debe ajustarse a la zona genital para evitar el que el líquido se escape y flote.

Los astronautas pueden hacer sus necesidades tanto parados como sentados, pero en ambos casos se colocan una serie de cinturones de seguridad para poder mantenerse quietos.

En lugar de usar agua, los inodoros usan aire. Los desechos sólidos son disecados, comprimidos y almacenados en un contenedor que se desecha luego del regreso a la Tierra, mientras que los líquidos son enviados al espacio. 

En la Estación Espacial Internacional, mientras tanto, los desechos líquidos son filtrados y convertidos en agua potable, mientras que los sólidos se sellan en bolsas herméticas que luego se expulsan en una cápsula espacial.