Días atrás, el presidente Alberto Fernández anunció las nuevas restricciones que buscarán frenar la segunda ola de COVID-19 , la cual pone en jaque al sistema de salud. Las medidas son para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras que las demás provincias podrán decidir si se suman o no. Además de la restricción de circulación entre las 20 y 6 horas, el mandatario optó por suspender las clases presenciales por 15 días.
Este viernes desde Olivos, resaltó que el regreso de los alumnos a clases coincidió con el aumento de casos en el AMBA y sostuvo que el número de gente que circula a partir de la reapertura de los colegios es de casi un 30%. "El día que las clases volvieron, la curva de contagio ascendió precipitadamente. El el área concreta de la Ciudad de Buenos Aires, el mayor incremento de casos se da entre personas entre 9 y 19 años", reveló.
Lo cierto que este nuevo cierre de las escuelas trajo consigo el disgusto y el malestar de muchos. De hecho, colegio Esseri, del municipio de La Plata, decidió declararse en rebeldía contra el decreto de necesidad y urgencia (DNU) y a través de un comunicado oficial, anunció la continuidad pedagógica en las aulas ante la situación de “emergencia emocional” de los alumnos a partir del lunes.
La institución privada está ubicada entre las localidades platenses de Melchor Romero y City Bell. A través de un comunicado dirigido a los padres y madres de los alumnos, los directivos del instituto advirtieron que implementarán los “instrumentos legales necesarios para hacer valer el derecho de cada niño y niña a su acceso a la educación y el respeto a su integridad como personas, siempre priorizando la responsabilidad en el cuidado de su salud”.
De acuerdo con el mensaje, el colegio "ha establecido protocolos, capacitado al personal, y adecuado las instalaciones" para cuidar la salud de los profesores, no docentes y alumnos. "Es por ello, que tanto en el Nivel Inicial como en el Nivel Primario, prácticamente no hemos registrado casos de COVID. Lo mismo ha ocurrido con la mayoría de la Educación en Argentina, con casos de contagio menores al 1%”, remarcaron.
En el texto, al cual definieron como "el más importante" enviado hasta la fecha y que está firmado por los directivos y representantes legales, Flavia Juliano, Eugenia Scarpinell, Ana Laguna y Guillermo Santillán, informan que seguirán con la enseñanza presencial en el nivel inicial y primario, “con las condiciones mixtas de virtualidad y presencialidad por burbujas”.
Además, sostienen que el cese de la educación presencial "pone en grave peligro a todos los alumnos, generando daños irreparables en su salud psíquica y emocional, y amplifica además, otras problemáticas ya generadas luego de un año de ausencia en las aulas y cuarentena”. Al mismo tiempo, desde el Esseri recordaron que la educación es un “derecho esencial y básico del niño”.
Durante el comunicado, los directivos también sostienen que su deber, como un proyecto educativo de vanguardia, es el de "cuidar a todos los que día a día con su esfuerzo y vocación, son los verdaderos protagonistas e inspiradores en el proceso de aprendizaje. En este cuidado, se incluye a todo el personal auxiliar docente y no docente, en cuanto son integrantes importantísimos de nuestro ecosistema”.
Si bien se declara abiertamente en rebeldía, las autoridades explicaron que aquellos padres, madres o tutores a cargo de los chicos que no compartan la decisión tomada, podrán optar por una enseñanza virtual en la institución. "Sepan que está garantizada la continuidad pedagógica a través de la virtualidad, e instrumentaremos todas las medidas que nos permitan estar mas cerca, acompañarlos y contenerlos”, concluyeron.