El laboratorio estadounidense Moderna anunció en las últimas horas que su vacuna contra el nuevo coronavirus produjo anticuerpos suficientes para neutralizar la enfermedad en los pacientes que recibieron la dosis.

Según explicaron los científicos involucrados en el proceso, estas personas desarrollaron una cantidad de anticuerpos comparable a la de aquellas personas que superaron la enfermedad.

Los primeros resultados del estudio que llevan a cabo fueron publicados en el New England Journal of Medicine, donde informaron que descubrieron los efectos de esta vacuna después de haberla probado en marzo pasado en 45 voluntarios de 18 y 55 años en buen estado de salud.

Aunque ninguno de los voluntarios reportó efectos secundarios graves, sí mencionaron que tuvieron síntomas similares a la gripe, como fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y dolor en el lugar de la inyección.

Sobre esto, la doctora Lisa Jackson, quien forma parte del estudio, explicó que en la fase 1 "el objetivo era analizar la seguridad y luego analizar las respuestas inmunitarias" de la dosis, y que ahora lo que pretenden es llevar a cabo una prueba que involucre a muchas más personas. De hecho, a partir del 27 de julio comenzará una nueva etapa en la que se avanzará con la fase 2 y 3.

"El nuevo estudio proporcionó información rápidamente que podría usarse para determinar qué dosis seguir adelante con los ensayos de Fase 2 y Fase 3. Esa es una decisión críticamente importante y tener esa información disponible tan pronto después del inicio del ensayo de la vacuna es bastante notable ", indicó la médica.

De estos próximos estudios participarán 30.000 personas en 87 locaciones distintas de Estados Unidos de edad aún más avanzada y otras con condiciones preexistentes.

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Al dar a conocer la buena noticia, Moderna señaló también que si todo va bien en futuros estudios, "la compañía sigue en camino de poder entregar aproximadamente 500 millones de dosis por año, y posiblemente hasta mil millones de dosis por año, a partir de 2021".

A diferencia de las vacunas tradicionales, que inyectan un virus debilitado o inactivo, Moderna utiliza material genético llamado ARN mensajero para hacer que las células produzcan la proteína espiga del coronavirus.