Luego de recibir la picadura de un alacrán mientras dormía en su casa de la esquina de Gurruchaga y Costa Rica, en el barrio de Palermo, un nene de cinco años tuvo que ser internado en terapia intensiva en el Sanatorio Güemes.
Tobías se salvó gracias a la pronta actuación de su papá Gastón
"Mi hijo empezó a sentir que algo le picaba y vomitó", declaró Gastón, padre del niño. "Lo llevamos de inmediato a la guardia del sanatorio y confirmaron la presencia del veneno de un alacrán".
Tobías, el pequeño, sufrió cuatro paros cardiorespiratorios luego de que el veneno afectara su corazón.
"Cuando lo atendieron, nos dijeron que ya estaban preparando un antídoto en el Hospital Posadas y que iban a traerlo en ambulancia. Por mi preocupación y para no demorarnos, fui a buscarlo yo mismo. Cuando llegué, mi hijo ya tenía convulsiones", relató su padre.
La picadura del alacrán puede ser sumamente peligrosa, especialmente para los niños.
"En sólo 24 horas, la picadura hizo estragos en mi hijo, que estuvo hasta hace poco en estado crítico", agregó Gastón. "Gracias a Dios y a la atención de los médicos está mejor".
Precauciones
De acuerdo al papá de Tobías, este no es el primer problema que la familia sufre de la mano de los alacranes, ya que tanto él como su mujer también fueron picados.
Vale la pena recordar que, para prevenir ataques de alacranes, el ministerio de Salud de la Nación recomienda evitar caminar descalzo en zonas donde se conozca la presencia de estos arácnidos, y mantener una escrupulosa limpieza de las viviendas y alrededores.