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Difícilmente consiga el humo blanco

¿Un Papa ultraconservador? Raymond Burke, el candidato de Donald Trump para reemplazar a Francisco

Su historial está marcado por una oposición tenaz a casi todas las reformas impulsadas por el Papa Francisco.

21 Abril de 2025 09:42
Raymond Burke junto al papa Francisco
Raymond Burke junto al papa Francisco

Tras la muerte del Papa Francisco, crece la tensión en el Vaticano y todas las miradas apuntan al cónclave que definirá quién será el nuevo líder espiritual de los más de mil millones de católicos en el mundo. Entre los posibles sucesores, un nombre genera particular polémica: el cardenal estadounidense Raymond Burke, férreo opositor del pontífice argentino y referente del ala más conservadora de la Iglesia. 

Originario de Wisconsin y con 76 años, Burke es una figura tan influyente como controvertida. Su historial está marcado por una oposición tenaz a casi todas las reformas impulsadas por Francisco, desde la apertura hacia los fieles LGBTQ+ hasta los cambios en la liturgia y el debate sobre la comunión a divorciados vueltos a casar. Para muchos dentro del clero, encarna la resistencia frontal a la modernización de la Iglesia; para otros, la última esperanza de restaurar la tradición católica.

Raymond Burke
Raymond Burke

La posibilidad de que Burke llegue al trono de San Pedro cobró aún más notoriedad en las últimas semanas por un inesperado respaldo: el del ex presidente Donald Trump. Según trascendió en medios estadounidenses, el republicano -quien ya lo había defendido públicamente en 2016 cuando el Papa criticó los planes del muro fronterizo- estaría interesado en ver al cardenal instalado en el Vaticano. El apoyo no es casual: Burke representa los mismos valores tradicionales y nacionalistas que Trump reivindica a diario, y juntos conforman una alianza informal entre religión y política que trasciende fronteras.

Las casas de apuestas ya lo ubican como el sexto favorito para asumir el papado, aunque su figura polariza tanto dentro como fuera del Vaticano. El enfrentamiento entre Burke y Francisco se volvió público en 2016, cuando junto a otros tres cardenales presentó los llamados dubia, una serie de preguntas formales cuestionando la exhortación apostólica Amoris Laetitia, que abría la puerta a una mayor inclusión de divorciados en la vida eclesial. La respuesta papal nunca llegó, pero la grieta quedó expuesta. A lo largo de los años, Burke reiteró sus críticas. Se opuso al Sínodo de la Amazonía en 2019, rechazó el uso del lenguaje inclusivo y fue uno de los cinco cardenales que en 2023 volvieron a interpelar a Francisco por sus posturas sobre las uniones homosexuales y la autoridad del Sínodo sobre la Sinodalidad.

Raymond Burke, el hombre que se oponía al papa Francisco
Raymond Burke, el hombre que se oponía al papa Francisco

Esa postura desafiante no quedó impune: en 2014, el Papa lo removió de su cargo como prefecto del máximo tribunal eclesiástico y, en 2017, lo relegó de la Orden de Malta. En 2023, llegó el golpe más duro: Francisco le retiró su salario y residencia en el Vaticano, señal clara de una relación irrecuperable. Aunque el perfil radical de Burke parece alejarlo del consenso necesario para ser elegido Papa -el cónclave exige una mayoría de dos tercios entre los 138 cardenales menores de 80 años-, su influencia sigue siendo clave. Su rol como jefe de facto del bloque conservador lo convierte en una figura capaz de condicionar el resultado final.

Todo esto, claro está, negociando apoyos y marcando límites a posibles candidatos progresistas. En este sentido, Burke no solo aspira al papado: también busca evitar que un sucesor de Francisco continúe por la senda reformista. Su respaldo podría inclinar la balanza a favor de cardenales más moderados dentro del ala conservadora, como Peter Erdö de Hungría, un rival directo con quien podría dividir el voto tradicionalista. 

Lo cierto es que una eventual elección del cardenal Raymond Burke como Papa significaría un giro brusco hacia el catolicismo más tradicional, con un repliegue sobre la liturgia preconciliar, una moral sexual más rígida y una posible ruptura con el enfoque pastoral que caracterizó a Francisco. Para algunos sectores, implicaría restaurar el orden doctrinal perdido; para otros, sería un retroceso de décadas en la inclusión y el diálogo con el mundo moderno.

Raymond Burke, el candidato de Donal Trump en Roma
Raymond Burke, el candidato de Donal Trump en Roma

El próximo cónclave será uno de los más disputados en décadas. A la par de Burke, se barajan otros nombres con diferentes perfiles:

  • Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario de Estado del Vaticano, hombre de diálogo y perfil moderado. Actúa como puente entre las dos alas de la Iglesia.
  • Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67): Liberal, carismático y con una fuerte cercanía al pensamiento de Francisco. Sería el primer Papa asiático.
  • Matteo Zuppi (Italia, 69): El más cercano al Papa saliente. Defensor de la inclusión de los católicos LGBTQ+ y activo en diplomacia eclesial. Muchos lo consideran el "heredero natural" del legado de Francisco.
  • Peter Erdö (Hungría, 72): Conservador y pragmático. Comparte muchas posturas con Burke pero con un perfil menos combativo.

 

A horas de haberse declarado la sede vacante tras la muerte del pontífice argentino, el mundo católico entra en una fase de intensa deliberación. Las tensiones entre tradición y reforma, entre poder y espiritualidad, se condensan en las bóvedas de la Capilla Sixtina. Y aunque Raymond Burke difícilmente consiga el humo blanco, su sombra estará presente en cada voto, cada alianza y cada susurro detrás de las puertas del cónclave.

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