Aunque a muchos les de impresión comer alimentos que se derivan de animales, lo cierto es que probablemente a pesar de su resistencia, en algún momento de su vida probaron algunas comidas que tenían como ingrediente a un insecto llamado cochinilla.
Existe un colorante que se utiliza en comidas y proviene de insectos.
Uno de los colorantes más usados en la industria alimenticia es el carmín, y aunque no lo imagines, está hecho de insectos triturados. La cochinilla, que es de origen latino y vive en los cactus, es lo que usa para crear este colorante que le da a las comidas una tonalidad rojiza.
Actualmente, estos insectos son criados en Perú, donde nacen millones de cochinillas al año para crear el colorante, según consigna el sitio BBC Mundo.
Las cochinillas se usan para hacer colorantes que se utilizan en diferentes comidas.
Aunque cueste creerlo, este producto se utiliza para hacer desde bebidas sin alcohol, yogures, madalenas, tartas de frutas, hasta helados.
Pero también se utiliza mucho en la industria de los cosméticos, y aparece en varios lápices de labios, ya que el carmín provee una larga duración del producto en la piel, y no se ve afectado por el calor o la luz.
Las cochinillas se usan también en maquillajes.
Cómo son las cochinillas
De acuerdo con la embajada peruana en Reino Unido, Perú controla el 95% del mercado internacional de carmín, lo que genera trabajo para al menos 32.600 agricultores.
Las cochinillas primero son secadas y luego cortadas.
Los insectos miden 5 milímetros, y aunque por fuera son grises, por dentro tienen ácido carmínico, que es de color rojo. Las cochinillas se recogen de las hojas de los nopales y generalmente primero se seca al insecto, y luego se le quita sus partes.
Aunque existen tinturas para aplicar en las comidas, la realidad es que la demanda de carmín ha ido aumentando cada vez más con el paso del tiempo, y por eso el precio de la tonelada creció en un 73%.