por Gisela Nicosia
08 Marzo de 2019 13:34Desde el 2016 Juan Manuel Awada es denunciado por maltrato físico y psicológico por parte de su expareja, Cecilia Prikels. Su apellido no solo coincide con el de la primera dama, sino que lo une directamente el vínculo sanguíneo. Son primos hermanos, pero desde hace tiempo se mantienen sin relacionarse. Por alguna razón, la causa no avanza.
Ahora se suma una nueva denuncia por secuestrar al hijo que tienen en común. El niño tiene 7 años y se llama Kalil. Su abuela materna, Marta Maitz, es quien cuenta con la tenencia temporaria debido a que Cecilia no está en condiciones psicológicas de cuidarlo debido a las secuelas de la violencia de género que padeció. "El día que debía ir al Juzgado para ser notificado de que me entregaban la tenencia provisoria a mí vino a casa y se lo llevó", contó Maitz a BigBang.
Marta necesita ayuda. Está desesperada y decidió hablar con BigBang pese a que desde las autoridades policiales le aconsejaron que no se contactara con los medios para evitar que Awada intente darse a la fuga. “Mi nieto presentía que esto pasaría. Hace unos días me dijo: 'Abuela quiero vivir acá con vos. Yo sé que mi papá está enfermo. No quiero dormir en la calle con los bolsos'. Ahora lo pienso y me duele tanto por mi nieto”, relata Marta.
Hace unos días me dijo: 'Abuela quiero vivir acá con vos. Yo sé que mi papá está enfermo"
“El jueves pasado vino a ver a su hijo y se lo llevó. No sabemos nada. Tiene el pedido de detención pero no hay novedades. La denuncia la radicamos en la comisaría n°1 de San Martín. Durante el fin de semana me escribió por WhatsApp. Intentó convencerme para que le entregue la tenencia definitiva de mi nieto a cambio de poder verlo y luego comenzó a decir cosas feas que no quiero ni pensar”, sumó la mujer.
Juan Manuel conoce bien la propiedad de Marta debido a que vivió allí. El jueves pasado los perros ladraron y Marta no imaginó el motivo. A los minutos fue a ver a su nieto y ya no estaba en la casa. “Pensé que podía ser él, que venía a ver al nene. Sabía que ese día se enteraría que le habían quitado la tenencia pero no imaginé que se lo llevaría. De inmediato fui a la comisaría, les conté todo. Al otro día me citaron nuevamente y amplié la declaración. Me recomendaron que no hable para que no se escape pero ya no puedo más, quiero saber dónde está mi nieto”, afirmó.
Marta y su nieto.
Awada estuvo internado con anterioridad por problemas psiquiátricos y debía estar medicado, pero hace años abandonó el tratamiento. En varias de sus recaídas, su familia cercana no lo ayudó y por ese motivo, se refugió en la casa de Marta. “Vivió en casa para ayudarlo pero fue insoportable sufrir sus ataques. Ahora me ayuda Andrea, la hermana de Juan, a lograr la tenencia de Kalil. Su propia familia está en contra de él”, añadió Marta.
EL SECUESTRO ANTERIOR
“El año pasado lo denunciamos también porque se lo llevó cuando lo vino a visitar en el Día del Niño. Durante cinco meses mantuvimos contacto por teléfono y no nos dejaba verlo ni saber sobre el paradero”. Como si no fuera suficiente tortura, tanto Cecilia como Marta recibían amenazas. “Dame la tarjeta, dame la plata, te voy a cortar en pedacitos porque a tu hijo no lo ves nunca más”, envió Juan Manuel Awada a su ex pareja. Se refiere a la tarjeta de débito por la Asignación Universal por Hijo que está a nombre de la mujer. Luego de idas y vueltas, recién a fines de enero Marta se reencontró con su nieto.
“Volvió el 28 de enero con el nene. No lo cuidó. Kalil tenía piojos, el pelo largo y estaba sucio. Sé que viajaron por distintas partes y durmieron en cualquier lado. Luego de eso logré la tenencia provisoria y ahora lo volvió a secuestrar”, contó con dolor y reveló que incluso les exige dinero.
Las denuncias están registradas desde 2016.
“Como es la padre la Justicia durante mucho tiempo aseguraba que no podía ser considerado como un secuestro por el vínculo. Ahora que tengo la tenencia sí es un delito. Durante los meses que se lo llevó nos pedía dinero y le enviamos para que Kalil tuviera para sus gastos, su comida. Pero ni eso sabemos si le llegaba a mi nieto. Es un vago, siempre pidiendo plata y manipulando psicológicamente a todos”, resumió. Awada no sólo enviaba mensajes desde su celular, sino que también se mostraba amenazante desde sus redes sociales. En su perfil de Twitter armó su apellido con balas, se mostró con una rifle de aire comprimido y una computadora que aparenta ser del plan Conectar Igualdad.
Su perfil en Twitter.
El apellido escrito con balas.
Marta no quiero perder el foco de encontrar a su nieto pero no deja de mencionar los distintos ataques que sufrió su hija. “A mi hija la arruinó mentalmente. Quedó mal y no puede más con su vida. Juan Manuel dice cosas horribles cuando se brota. Muy hirientes. Nunca me atacó físicamente pero duelen sus mensajes amenazantes y me preocupa mi nieto. Delante de Kalil insulta, golpea las paredes, quiero que lo internen”, sumó.
La denuncias realizada por la madre de Kalil por violencia de género.
A lo que relata Marta se suman más datos. Juan desde que Mauricio Macri ascendió políticamente, desde sus redes sociales, se hace cargo de su apellido y reclama un espacio en el PRO de San Martín, diciendo que es uno de sus referentes. Según confirmó el periodista Federico Trofelli, fuentes partidarias locales indicaron que llegaron a advertirle al hombre que dejara de hostigar a su prima y a su familia, a quienes insistentemente les pedía dinero y trabajo.
Desde BigBang nos comunicamos con Iván Pavlosky, jefe de prensa del presidente, pero aseguró desconocer al hombre buscado. "No lo conozco, no conozco a toda la familia de Juliana Awada y no tengo nada para decir", sostuvo.
Mientras tanto, Marta desea que su caso se conozco para encontrar a su nieto y espera contactarse con la primera dama. “Me gustaría que Juliana conociera el caso en profundidad y me ayude. Pero no sé si me dará bolilla. Yo soy real y mi nieto también. Tengo la documentación de todo lo que hago por mi nieto para avalarlo”, expresó.
Kalil tiene 7 años.
Desde la familia materna del niño, de origen húngaro, comentan que a Juan lo conocieron se conocieron en las ferias de las colectividades, en donde cada parte se dedicaba a vender productos de sus comunidades. “Lo dejamos ser parte de la familia porque tenemos buen corazón pero notamos al poco tiempo que era un loco violento. Hicimos varias denuncias, vino muchas veces la policía por peleas y nunca pasó nada”, dice Marta.
A su vez, el año pasado, Awada vivió en el hostel Rivendel, ubicado en Monte Grande, pero también se fugó sin abonar la estadía y llevándose un televisor y una cama. Entre las denuncias que suma, figuran causas en el Juzgado de Familia N°4 de San Martín, donde se lo acusa de violencia de género. Además, la UFI 6 y el Juzgado de Garantías 4 de ese departamento judicial lo investigan por los delitos de “impedimento de contacto y amenazas”.
***Ante cualquier persona que logre verlo o tener contacto con él, comunicarse de inmediato al 911 o al teléfono de la comisaria (011) 4512-6081.