11 Julio de 2017 18:55
Durante el año pasado, 844 jóvenes de entre 15 y 24 años se suicidaron en la Argentina. La cifra difundida por el Ministerio de Salud impacta y abre un signo de interrogación sobre cuales son los motivos que llevan a los adolescentes a tomar tamaña decisión.
Entre las cartas póstumas que estos jóvenes dejan a sus seres queridos, la frase "estoy cansado" o "este lugar no es para mí", se repiten en la mayoría de los casos, en cualquier parte del mundo.
Los adolescentes suelen dar indicios de que necesitan ayuda.
El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que la Argentina se ubica en tercer lugar entre los países de la región -después de Bolivia y Uruguay- por su tasa de suicidios, con 14,2 muertes por cada cien mil habitantes y según la cartera de Salud, el suicidio joven es uno de los más importantes.
Según la OMS, Argentina están por encima del promedio de la región (9,6) y más cerca de los países europeos, que poseen una tasa de 14,1.
En lo que respecta al suicidio, adolescente en este caso, son los hombres los que representan el mayor número: 687 durante 2016.
En su informe, la OMS indica que los hombres tienen el doble de posibilidades que las mujeres de matarse y los casos de suicidio van en aumento en todo el mundo. Tal es así que creció 60% en los últimos 45 años.
La problemática adolescente
Para los adultos resulta una incógnita el mundo adolescente y los sufrimientos que pueden esconder. Según Unicef Argentina en su estudio "Posicionamiento sobre adolescencia en el país", la tasa trienal de mortalidad de adolescentes por suicidios pasó de 2,5 entre 1990 y 1992, a 6,9 durante el trienio 2013-2015.
El informe también alerta que muchas veces el suicidio está vinculado a casos de abuso sexual y que los hechos más graves tienen lugar dentro de los hogares, ocurren en privado y son difíciles de detectar.
El suicidio puede estar vinculado al sufrimiento de abuso sexual.
Según el estudio, entre los 12 y los 14 años uno de cada 3 niños y niñas sufren castigos físicos por parte de sus padres, mientras que entre los 15 y los 17 años la proporción es de uno cada 4.
"La adolescencia es un período de cambios positivos pero también es un momento de vulnerabilidades particulares del momento de su desarrollo", expresó Florence Bauer, representante de la organización.
"Muchos indicadores que durante la infancia muestran resultados favorables, empeoran cuando los chicos y las chicas crecen. La educación primaria, por ejemplo, prácticamente es universal pero en la secundaria hay medio millón de adolescentes que no está en la escuela", sostuvo.
Según Unicef y un informe anterior, donde analiza la problemática: "los adolescentes en riesgo de suicidio pueden sufrir vulnerabilidad psicológica o mental, provocada por distintos factores. Esto no quiere decir que la existencia de alguno de estos factores determinen un suicidio, pero son elementos a tener en cuenta".
Entre las problemáticas más comunes se encuentran:
Los problemas familiares graves como situaciones de violencia o agresividad
Abuso sexual
Problemas en la escuela, relacionados con las bajas calificaciones.
El rechazo por parte del grupo de compañeros que, en algunos casos, se convierte en bullying o acoso escolar a través de burlas y agresiones.
Dificultades en torno a la identificación sexual y el temor a la reacción de la familia.
El bullyng es uno de los grandes padecimientos de los jóvenes.
Síntomas a los cuáles se debe prestar atención:
Desgano.
Desinterés.
Tristeza
Soledad
Alto grado de excitabilidad.
Pérdida o aumento de apetito
Trastornos en el sueño.
Los padres deben reforzar la identidad y seguridad de los hijos.
Según la Dirección Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud de Argentina hay algunos factores que pueden ayudar a que los jóvenes caigan en el suicidio. Entre ellos se encuentra la facilidad de integrarse a grupos (escuela y comunidad) de forma positiva; poseer confianza en sí mismo, algo que se construye a través de sus padres que deben destacar sus logros y no crear sentimientos de inseguridad; tener capacidad de autocontrol sobre su propio destino y tener una buena adaptabilidad, responsabilidad, persistencia, perseverancia, razonable calidad de ánimo y de los niveles de actividad.
