El 13 de junio fue el último día en el cual el portugués Nelson Moreira da Silva fue visto con vida, abandonando el hostel en el cual se alojaba en la ciudad rionegrina de El Bolsón.
Da Silva desapareció a mediados de junio.
Poco más de dos semanas después, un perro perteneciente a un poblador de una zona boscosa ubicada a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad llevó a la casa un cráneo humano.
Horrorizado, el hombre alertó de inmediato a la Comisaría 12°, cuyos efectivos hallaron momentos después las dos piernas del cadáver, aún vestidas con un jean y botas de trekking.
Los brazos y el tronco jamás fueron encontrados, y no había ningún rastro de sangre en la zona. Análisis de ADN, finalmente, determinaron que se trataban de los restos de Moreira da Silva.
¿Accidente?
A pesar de que el cuerpo se halló descuartizado, el fiscal del caso, Francisco Arrien, sostiene que la principal hipótesis detrás de la muerte es un accidente.
La zona boscosa donde fue hallado el cuerpo del turista.
"No hemos podido determinar signos de criminalidad", le señaló a TN aunque sí admitió que "la muerte tuvo que ser violenta para que esté en un estado tan dañado".
De todas formas, Arrien señaló que, en relación a las causas de muerte, "el Cuerpo Médico Forense nos indica que hoy no se pueden determinar", por lo cual la causa está caratulada como "muerte dudosa".
Las dudas de la familia
Y estas palabras, por supuesto, enfurecieron a la familia de Moreira da Silva, quien en un comunicado acusó a la policía de "no querer ocuparse del caso y esconder las pistas, falsificar las pruebas, y ocultar un crimen".
La publicación del Ministerio de Seguridad argentino sobre la búsqueda de Moreira da Silva.
Además, señalaron que los investigadores los mantuvieron "en la ignorancia" y que ellos mismos tuvieron que hacerse cargo de comunicarse para que les notificaran de las novedades de la pesquisa.
"Ni siquiera hemos recibido los resultados de la autopsia", se lamentó ayer Charline Godart, pareja de Moreira da Silva, en diálogo con el diario web portugués E-Global.
Charline Godart, la pareja de la víctima, sospecha del accionar policial.
La mujer también relató que se contactó con la embajada de Francia -país donde residía el hombre fallecido- para solicitarle ayuda y que le respondieron que nada podía hacer porque la víctima es de nacionalidad portuguesa. Y, a la inversa, las autoridades de Portugal le negaron asistencia porque Moreira da Silva vivió en Francia desde su infancia.