14 Julio de 2022 10:58
Una niña de 8 años de la localidad chubutense de Cerro Centinela murió por hantavirus luego de haber sido derivada el martes al hospital de Esquel con "un cuadro de gravedad sistémica", informó el Ministerio de Salud provincial.
La confirmación del deceso fue brindada por el Servicio de Pediatría y el Laboratorio del Hospital Zonal de Esquel, donde la pequeña estuvo internada.
La niña fue trasladada desde la comuna cordillerana rural Cerro Centinela, ubicada en el extremo noroeste del Chubut, cerca del límite con Chile, al hospital cabecera de la comarca, al que ingresó "presentando un shock cardiogénico que no se revirtió a pesar del tratamiento de sostén instaurado en la terapia pediátrica, ocurriendo su deceso hoy (por este miércoles)", según indicó el parte.
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La directora de patologías prevalentes del Ministerio de Salud explicó que “actualmente, los equipos locales de epidemiología, en conjunto con otros servicios, se encuentran trabajando activamente en la coordinación de acciones de control de foco de esta enfermedad, identificando los riesgos ambientales y efectuando las indicaciones de aislamiento a los contactos estrechos del caso”.Desde la cartera sanitaria se destacó que "en este momento los equipos de salud de la zona también están trabajando en lo que es el abordaje y la contención de la familia, acompañándola en tan difícil momento”.
Tras conocerse la noticia, en el centro de salud se produjeron disturbios. Según indicaron medios locales, los familiares consideraron que la nena no tuvo una atención médica adecuada y que tampoco nunca les informaron que la menor era un caso sospechoso de hantavirus.
En el lugar tuvo que intervenir personal policial para evitar que se produzcan incidentes mayores.
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El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta, que se transmite por el contacto con la orina, saliva y excretas de roedores infectados con el virus.Otras posibles vías de transmisión son: contacto con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal, o mordedura del roedor infectado.
