Un grupo de investigadores del Instituto de Rehabilitación Frazier de Louisville, Kentucky (Estados Unidos), desarrolló un dispositivo que podría ayudar a recuperar la movilidad de los miembros inferiores en pacientes con parálisis.
Jeff Marquis, uno de los participantes en el experimento.
El aparato, por ahora, fue testeado en cuatro personas. Consta de 16 electrodos que son implantados en el espacio epidural, entre la primera vértebra lumbar hasta la primera o la segunda vértebra sacra, abarcando las regiones de la médula espinal que envían señales nerviosas a las piernas. El control y la batería del estimulador se implantan en la pared abdominal y pueden manejarse a través de un control remoto.
Al implante le siguió un riguroso régimen de rehabilitación física y neurológica, durante el cual los pacientes practicaron junto a los investigadores durante dos horas al día, cinco días a la semana.
Resultados alentadores
Luego de 147 sesiones, Kelly Thomas, una de las implantadas, pudo caminar por sus propios medios y permanecer parada por 50 minutos. Otro participante en el experimento, Jeff Marquis -cuya lesión era más severa-, logró caminar apoyándose en barras paralelas luego de 278 sesiones.
Después de sufrir los accidentes que los dejaron paralizados de la cintura para abajo, ambos habían logrado retener sensaciones en sus miembros inferiores. Otros dos pacientes también parapléjicos pero sin ningún tipo de reacción a estímulos, no pudieron volver a caminar luego del implante aunque sí recuperaron la habilidad de ponerse de pie y mover sus piernas.
Hasta ahora, los pacientes que recuperaron la posibilidad de mover los miembros inferiores sólo pudieron hacerlo mientras los electrodos estaban encendidos y funcionando. Sin embargo, un paciente a quien se le aplicó el sistema tiempo antes, bajo la supervisión de la directora del proyecto, Susan Harkema, pudo volver a caminar sin estimulación luego de poco más de tres años de entrenamiento.
Otra de las pacientes implantadas, Kelly Thomas, pudo volver a caminar y a pararse.
"Debemos expandir esta investigación, esperemos que con tecnología estimulante más avanzada, hacia más participantes para entender el potencial completo del progreso que estamos observando en el laboratorio. Las posibilidades que esto le traen a las más de un millón de personas paralizadas por lesiones en la médula espinal son tremendas", señaló Harkema.