El anuncio de la interrupción de las pruebas de la vacuna de Oxford generó desconsuelo a nivel mundial. En efecto, el laboratorio AstraZeneca y el instituto Jenner de la Universidad de Oxford decidieron pausar la fase 3 de las pruebas de su vacuna, denominada AZD 1222, luego de encontrar “posibles reacciones adversas” en un paciente del estudio en el Reino Unido.
Tras la confirmación de la noticia, el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, llevó tranquilidad a la sociedad internacional, que sigue atenta los avances de todas las vacunas que se encuentran en desarrollo en el mundo. "Obviamente un desafío para esta particular vacuna. En realidad no es la primera vez que esto le ha pasado a la vacuna de Oxford y es un proceso normal en los ensayos clínicos”, precisó en declaraciones a SkyNews.
"A menudo daña el material aislante que cubre las fibras de las células nerviosas e interrumpe los mensajes que los nervios de la médula espinal envían a todo el cuerpo. Esto puede causar dolor, debilidad muscular, parálisis, problemas sensoriales o disfunción de la vejiga y del intestinto", explican desde la Clínica Mayo de Estados Unidos.