Semanas atrás, la alarma se encendió en la Casa Rosada, luego de que un hombre a bordo de un Renault 19 ingresara a la sede del Gobierno en plena madrugada, atravesando las rejas de la calle Balcarce, un sector que desde hace años es peatonal y tiene el tránsito restringido. El Ejecutivo impulsó cambios en la seguridad, entre los que hay uno que es insólito: “pinches” para evitar el acceso de vehículos.
Las medidas fueron adoptadas luego de un pedido del juez federal Sergio Torres, quien tuvo en sus manos el expediente por el ingreso del hombre que vulneró la seguridad de la Casa Rosada en la madrugada del 12 de junio, y que luego fue internado. El magistrado le había solicitado a la Casa Militar, que se ocupa de la custodia del presidente, que establezca un plan “a corto y mediano plazo” para reforzar la seguridad del mandatario.
La medida surgió a partir del ingreso de un hombre a bordo de un auto por esa misma puerta.
En aquella ocasión, desde el Gobierno aseguraron a BigBang que reforzarían la presencia policial en el perímetro de la Rosada. Por lo pronto, ya removieron a los dos efectivos que se encontraban de guardia aquella madrugada y reformarían el sistema de cámaras y control biométrico. Sin embargo, en las últimas horas se conoció otra medida de seguridad que ya fue implementada y que despertó polémica.
Se trata de un vallado y una barra de púas metálicas en el sector por el cual logró acceder el Renault 19, la misma puerta por la que día a día entran cientos de trabajadores que realizan sus tareas en la Casa Rosada. Se trata de una barra amarilla con varias puntas que impedirían el acceso de cualquier vehículo, ya que rompería las cubiertas y no le permitiría acceder.
La barra amarilla con púas filosas para impedir el paso de autos.
Tras el pedido del juez Torres a la Casa Militar, el objetivo del Gobierno es reforzar la seguridad no sólo en el perímetro y los accesos a la Rosada, sino también en la Residencia de Olivos. El proceso ya comenzó, con la apertura de licitaciones para la compra de materiales técnicos, como cámaras y cableados, ya que argumentaron que los sistemas eran antiguos y, en algunos casos, obsoleto. Estiman que los trabajos recién terminarían en diciembre.
Además del vallado y la barra metálica con púas metálicas en el sector del ingreso, se prevé la implementación de mayores controles biométricos para el acceso del personal, y la creación de un nuevo centro de monitoreo desde la Casa Militar.