Luego de ser beneficiado por la Justicia con el arresto domiciliario, el empresario Lázaro Báez debió pasar la noche otra vez en la cárcel de Ezeiza luego de que un grupo de vecinos del country Ayres del Pilar, donde fijó residencia, impidió el ingreso del vehículo del Servicio Penitenciario Federal para reclamar por la presencia de Báez en el exclusivo barrio cerrado.
Báez fue beneficiado ayer con la prisión domiciliaria y monitoreado con una tobillera electrónica, primero por orden de la Cámara Federal de Casación Penal y luego por el Tribunal Oral Federal N° 4.
Sin embargo, por la violenta protesta - que incluyó agresiones al móvil del Servicio Penitenciario - el empresario no pudo ingresar a su vivienda. Incluso tampoco les permitieron ingresar al country a los abogados de Báez, a quienes les arrojaron huevos.