La temporada según un vendedor de pochoclos.
Hoteles a medio ocupar, paradores ultimando detalles y comerciantes retocando precios demuestran que los negocios de la costa argentina aún están "calentando motores". La temporada de verano, entre la crisis del año pasado y la histórica competencia de Punta del Este, todavía no terminó de arrancar.
La temporada aún está "calentando motores".
En la primera semana del año hay algo que los comerciantes volvieron a comprobar: los veraneantes reafirman año tras año la tendencia de los cinco días, es decir, las escapadas a la costa para disfrutar mucho de la playa pero gastando lo menos posible los días nublados.
Los precios y el frío alejan a los turistas.
Por eso, en la Avenida Bunge, la principal de Pinamar recorrida por este medio, abundan las promociones: los descuentos de los bancos, el 15% off abonando en efectivo y el 2x1 en productos seleccionados. Algunos locales que la temporada pasada estaban abiertos ahora fueron cerrados.
Hay descuentos desde 15% hasta 50%.
Los turistas miran mucho, pero compran poco.
Muchos negocios incluso están cerrados.
Las plazas de esa localidad balnearia se dividen entre los hoteles (20%) y las casas y cabañas (80%). Los primeros están ocupados al 50% mientras que los segundos, al 70%. Quizás la suerte mejore a partir de la segunda quincena de enero. "Muchos eligen el fin de semana para venir, conocer o cambiar de aire", reconoce Agustina, del Hotel Victoria.
La temperatura descendió ayer a los 17 grados.
La temporada, que todavía no terminó de arrancar, provoca el enojo de los comerciantes entre sí. "Se nota movimiento, pero no sabemos si fue por este fin de semana, nosotros mantenemos los precios del año, pero los dueños de las propiedades aumentaron mucho los alquileres", se queja el verdulero Carlos.
Una postal de la costa.
El propio intendente de Pinamar, Martín Yeza, reconoce ante BigBang que la temporada aún no está a pleno. El clima hasta ahora no contribuye: las nubes y el aire fresco hicieron que ayer la temperatura descendiera hasta los 17 grados. Como sea, el calor en Buenos Aires y otras grandes ciudades del país fomentarán el resto del verano a realizar "escapadas" hacia el mar.