La noche en el Estadio Más Monumental quedó marcada a fuego en la historia del clásico sudamericano. Argentina goleó 4-1 a Brasil en un partido que no solo consolidó el liderazgo de la Albiceleste en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, sino que también desató una ola de críticas y reacciones airadas en el país vecino. Los medios brasileños no escatimaron en calificativos para describir la debacle de su selección. "Brasil recibe paliza de Argentina, escucha 'ole' y ve crecer la presión sobre Dorival", tituló Folha Do Sao Paulo, en un artículo que remarcó el dominio absoluto del equipo de Lionel Scaloni.
Globo Esporte fue aún más contundente al hablar de un "nocaut" y definir la actuación de la Verdeamarela como una "vergüenza histórica". "Brasil es arrollado por Argentina y sufre la peor derrota ante sus rivales en 41 años. La actuación del equipo se considera una vergüenza histórica". Desde el primer minuto, Argentina impuso su jerarquía. Julián Álvarez abrió el marcador con su característico olfato goleador y poco después Enzo Fernández amplificó la ventaja con un golazo que desató la euforia en el Monumental.
Brasil intentó reaccionar con un tanto de Matheus Cunha tras un error de Cuti Romero, pero Alexis Mac Allister se encargó de reinstaurar la superioridad albiceleste antes del descanso. En el complemento, Giuliano Simeone selló la goleada con un gol que combinó destreza y emoción, coronando una noche inolvidable. Cabe destacar que se trató de la primera vez que Brasil recibe cuatro goles en una eliminatoria, razón por la cual el resultado quedará para la historia.
Las críticas en Brasil no tardaron en llegar. Lance! calificó el primer tiempo de la Verdeamarela como "el peor de su historia en Eliminatorias", mientras que Meia Hora fue directo al grano: "¡Qué vergüenza!". Las críticas al entrenador Dorival Júnior también fueron lapidarias: "Se habló mucho de pelea antes del clásico, pero Argentina prefirió jugar al fútbol y dejó en ridículo a Brasil", disparó el portal Nacao Tricolor.
Este resultado no solo marca un hito en la rivalidad histórica entre ambas selecciones, sino que también genera interrogantes sobre el futuro del equipo brasileño y su entrenador. Mientras tanto, Argentina celebra un triunfo que reafirma su jerarquía y deja en claro que el sueño de repetir la gloria mundialista está más vivo que nunca.