El diputado Gabriel Boric ganó ayer el balotaje presidencial de Chile con casi el 56% de los votos luego de una campaña extremadamente polarizada con el candidato José Antonio Kast. Con más del 99,9% escrutado, Boric se impuso con el 55,87% frente al 44,13% de Kast. El ahora presidente electo superó a Eduardo Frei y se convirtió en el candidato que obtuvo más votos absolutos en la historia del país (aunque no el mayor porcentaje), con más de 4,5 millones de sufragios.
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Después de conocida la victoria del candidato de la izquierda y ahora presidente electo, hubo una fuerte reacción en los mercados de ese país. El peso chileno se depreció un 2% con respecto al dólar en un salto que lo hizo llegar a valores históricos que no se veían desde la crisis como consecuencia de las protestas estudiantiles que el propio Boric protagonizó. Las acciones de las diferentes empresa, por otro lado, evidenciaron una caída al cierre de esta nota del 8% en promedio.
Uno de los elementos clave para este triunfo fue el aumento significativo de la participación, que terminó marcando otro récord para la democracia chilena, según el canal CNN Chile. Mientras el 47,3% votó en la primera vuelta, hoy más del 55% -es decir, unos 8,2 millones de chilenos- lo hizo.
Boric es una de las figuras del movimiento estudiantil que comenzó a surgir hace más de 20 años. Siempre estuvo detrás de otra popular figura de ese espacio, Camila Vallejos. En 2011 comenzaron con su momento de apogeo que coincido además con la fuerte presencia de Podemos en España. Focalizados en un concepto de redistrubución de la riqueza, de búsqueda de igualdad de oportunidades y de cambios en el sistema del status quo.
Sin embargo, según él mismo aceptó durante la campaña, la necesidad de un resultado electoral de mayor peso le hizo cambiar varios de los puntos de su imagen de “candidato estudiantil” para adoptar un perfil más moderado y maduro. Todo bajo el concepto de ”dar la pelea para hacer de Chile un país más justo”.
Los críticos de Boric reprochan su inexperiencia, su alianza con el Partido Comunista, la fake news sobre la falta de título universitario pese a haber terminado la Escuela de Derecho y también sus cambios de posturas. Sus rivales por la presidencia rescataron tuits de Boric saludando a Nicolás Maduro como nuevo mandatario en Venezuela tras la muerte de Hugo Chávez en marzo de 2013, pero en la campaña el candidato condenó al régimen chavista y rechazó el saludo de un líder comunista por la reciente victoria de Daniel Ortega en Nicaragua.
Durante la campaña, Boric se centró en dos conceptos puntuales. La creación de un Estado de Bienestar en Chile y también la modificación del régimen de seguridad social. Chile se caracteriza por ser un país en donde los servicios de salud y educación se encuentran controlados en casi su totalidad por el sistema privado, por lo que muchas familias terminan endeudados para poder costear algo que debería ser un derecho.
Por el otro, sostiene que Chile tiene que cambiar el sistema de seguridad social que ahora es de capitalización como eran las AFJP en la Argentina, en donde el trabajador deposita mensualmente una cantidad de dinero para que un fondo de inversión lo resguarde. Para Boric eso se trata de “un modelo de seguridad social que no es un negocio”. En su plataforma manifestó que se cambiará ese sistema y que se asegurará una jubilación mínima de USD 308 por persona además de plantear un aumento en las contribuciones que hacen las empresas para los fondos de pensión del 10 al 18%.
"Esta campaña desbordó todas nuestras expectativas y este mismo compromiso y entusiasmo que demostraron será necesario durante todos los años de mi Gobierno para que se pueda sostener el proceso de cambio que se ha iniciado", pidió Boric en su discurso como presidente electo frente a una marea humana que rodeó el escenario construido en una de las arterias centrales de Santiago, la Alameda, a solo cuadras de La Moneda, la sede de Gobierno.
“Acabo de hablar con Gabriel Boric y lo he felicitado por su gran triunfo; desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva” porque “Chile siempre está primero”, escribió Kast en Twitter.