por Matias Ayrala
13 Julio de 2022 10:41El lunes, durante uno de los cortes de Argenzuela, el programa de C5N, se vivió un momento repudiable para el periodismo de Argentina. El dueño del multimedio América, Daniel Vila, llamó a Jorge Rial para insultarlo y amenazarlo. Pocas horas antes, el conductor y sus panelistas habían brindado información sobre el paro de trabajadores del canal América, de los cambios en la programación y de las internas con las figuras del canal, como Florencia Peña o Alejandro Fantino.
Tras incontables insultos, el marido de Pamela David le dijo a Rial: “Te voy a ir cagar a trompadas”. Esa frase la repitió varias veces. La llamada duró dos minutos y casi no hubo intercambio entre el periodista y el dueño de la empresa pública Edenor. Las amenazas de Vila fueron escuchadas por todos los presentes y quedaron grabadas.
Por supuesto, esta no es la primera vez que un periodista recibe una amenaza. Tampoco será la última. Pero llama la atención la falta de reacción y la lentitud con la que varias organizaciones se desenvuelven frente a esta situación. El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), por ejemplo, cuyo máximo rol es repudiar cualquier tipo de amenazas o persecución periodistas, o condena el ataque a edificios de grandes medios como ocurrió con Clarín, no ha realizado ni una mención a la intimidación de Vila.
Otro organismo que, sospechosamente, llama la atención por su nula reacción ante lo que sucedió hace 48 horas es la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados. Este espacio está presidido por el diputado de Juntos por el Cambio, Waldo Wolff, la vicepresidencia 1° es de Liliana Paponet, del Frente de Todos; y la vicepresidencia 2° es de Soledad Carrizo, de la Unión Cívica Radical. Entre los 31 miembros se destacan Sabrina Ajmechet, del PRO, Alejandro Finocchiaro, del PRO, Fernando Adolfo Iglesias, del PRO, Gisela Marzziota, del Frente de Todos, Gerardo Milman, del PRO, Graciela Ocaña, del PRO; Martín Tetaz, del PRO; y Mariana Zuvic, de la Coalición Cívica, entre otros.
Sus más destacados proyectos estuvieron vinculados a la expresión de “repudio” o “preocupación” por la persecución a algunos periodistas. El último ingresado fue una declaración realizada el 29 de junio y fue titulada bajo el nombre “Expresar el repudio por el accionar de la Justicia de la provincia de La Rioja en el marco del caso Arcoiris”.
Por el momento, más allá de que no se caracterizan por tareas constantes en la Comisión, no se pronunciaron sobre las amenazas de Vila contra Rial. Seguramente, Wolff, en su rol de presidente de la Comisión, estuvo más ocupado en organizar la marcha opositora del 9 de julio, en la que llevaron hasta una guillotina para “cortar cabezas de kirchneristas” que en su trabajo como diputado.
De hecho, en las últimas semanas, Waldo no solo se dedicó a retuitear mensajes de convocatoria a la marcha con la consigna 9J, también estuvo en la avenida 9 de julio, en donde sacó una foto y la subió a sus redes sociales. Durante esa jornada, el diputado del PRO no repudió los actos delictivos de varios de los manifestantes.
Pero, claro, desde hace rato que el diputado macrista no se destaca ni por buenos modales, ni por su trabajo. Para eso vale recordar uno de los capítulos más nefastos del último año cuando hizo gala de su machismo. El 27 de julio de 2021, Wolff y Fernando Iglesias puestos en tela de juicio por unos comentarios machistas que hicieron en referencia a la visita a la quinta de Olivos de Florencia Peña.
"Para mí, la señorita iba a ayudarlo a encontrar la perilla que enciende la economía para poner la Argentina de pie", escribió Iglesias en su Twitter, a lo que Wolff le respondió: "¿Pero ella de rodillas, no?. Por esos dichos, Peña los llevó a la Justicia. Aunque, por la falta de regulación absoluta en redes sociales, ambos diputados se salieron con la suya y pudieron seguir haciendo gala de su misoginia sin inconvenientes.
Es que la Cámara Federal porteña desestimó la denuncia en noviembre del año pasado, Peña apeló la decisión judicial, pero Casación Penal ratificó el fallo y cerró la causa que se había generado por la denuncia de la actriz por violencia de género psicológica, mediática, institucional y simbólica. La decisión fue de la Sala 2 de la Cámara Federal de Casación Penal.
"Una vez, dos, ahora tres veces la Justicia dijo que no había delito. ¿Por qué? Porque me acusaron de nombrar a alguien a quien nunca me dirigí. Jamás pronuncié un nombre. Lo que se dice una operación armada. Y para tapar la fiesta de Olivos. La quinta causa que me armaron", celebró Wolff. Así se comporta Wolff con mujeres conductoras y actrices. ¿Cómo será con los periodistas? A continuación lo podrá ver, querido lector.
Persecución al periodismo
Lo más increíble de la presidencia de Wolff en la Comisión de Libertad de Expresión es que, no hace mucho, denunció a periodistas. En octubre de 2020, un grupo de diputados de Juntos por el Cambio, entre los que se encontraban el inefable Iglesias, Jorge Enríquez, Álvaro de Lamadrid y Wolff, realizaron una denuncia contra la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, por "exhibir la identidad de espías argentinos poniendo en riesgo su vida y la seguridad nacional".
Pero lo más repudiable fue que los diputados denunciaron y le pidieron a la Justicia que investigue la responsabilidad de los periodistas Roberto Navarro, Ari Lijalad y Franco Mizrahi, todos de El Destape, un medio crítico del macrismo, por a difusión pública de los documentos filtrados. En redes sociales, Navarro Lijalad y Mizrahi fueron defendidos por colegas y funcionarios del oficialismo al tiempo que el hashtag #RenunciáWolff se convirtió en tendencia. Por supuesto, el diputado macrista jamás renunció a la presidencia de la Comisión de Libertad de Expresión.
En aquel momento, la maniobra del insólito Waldo quedó expuesta gracias a un tuit del periodista de Clarín, Alejandro Alfie, que había publicado la misma información que Navarro, Lijalad y Mizrahi y nunca fue denunciado por los diputados de Juntos por elCambio. "Mi repudio al pedido de investigación judicial de cuatro diputados de JxC contra los periodistas @robdnavarro @arilijalad y @Franco_Mizrahi por publicar información de la filtración de la AFI, que yo también publiqué en @clarincom . La libertad de expresión es para todos y todas", escribió Alfie por entonces.
Un mes antes de la persecución a periodista, Wolff había sido denunciado por sus pares de la Cámara de Diputados como el responsable de las amenazas a Sergio Massa. El tema se abordó en la Cámara de Diputados bonaerense, que aprobó un repudio a las amenazas. El diputado Jorge D'Onofrio afirmó sobre el accionar de Wolff, a quien calificó como miembro de un “grupo minúsculo de dirigentes que ha cruzado ese límite y que son los que viven pensando que el fin justifica los medios”.
Y completó: “Me quiero referir específicamente al diputado Waldo Wolff que fue quien ha difundido el teléfono personal del presidente de la Cámara, que ha arengado a grupos de trolls, que ha mandado a pequeños grupos violentos para que a la postre sucediera lo que ha sucedido. Wolff no solo le faltó el respeto a Massa sino también a su esposa, a sus hijos menores, al viralizar sus fotos, a los padres del diputado Massa, no sólo difundiendo sus fotos sino donde vivían, también a los vecinos de todos ellos y le faltó el respeto a la democracia”.