El 53 por ciento de los habitantes de la Villa 31 tuvo coronavirus y por cada caso confirmado hay otras nueve personas que se contagiaron de COVID-19, según un estudio de seroprevalencia, que indicó que o fueron asintomáticos o iligosintomáticos, es decir, que presentaron síntomas muy leves por los que no hicieron una consulta médica en ningún momento.
El informe de la Villa 31 - Padre Carlos Mugica - es clave, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta ahora se registraron 1.863 contagios. De acuerdo al informe realizado por autoridades del Gobierno de la Ciudad, la prevalencia de contagios, basada en el test de IgG, que mide anticuerpos en sangre, es del 53,4 por ciento. En este sentido, se reveló además que por cada caso confirmado otros nueve tuvieron el virus.
El estudio realizado en uno de los asentamientos más grandes de la Capital Federal evidenció además el “efecto de cluster” dentro de las viviendas y determinó que la convivencia con un caso confirmado de COVID-19 en espacios cerrados pequeños duplica las posibilidad al virus, y, por ende, de ser IgG positivo.
De acuerdo con las autoridades, el riesgo de mayor infección fue detectado en el sector de Bajo Autopista, uno de los que tiene mayor circulación dentro del barrio y donde a pesar de la cuarentena, según supo BigBang, no se frenaron las mudanzas de familias hacia las nuevas viviendas terminadas de construir meses atrás, que deben ser relocalizadas. Tampoco se frenaron las visitas de obra de las familias que en un futuro próximo debieran mudarse. Incluso hubo casos de personas que hicieron las visitas junto a personal del Gobierno de la Ciudad y que a los pocos días dieron positivo en el test de coronavirus.
La idea de llevar a cabo un test de seroprevalencia a tres meses del primer caso (el primero fue detectado el 24 de marzo) buscaba comprender cuál era la tasa de inmunidad lograda en la población del barrio contra el coronavirus y cómo influyó la situación habitacional de hacinamiento con la propagación del virus
El estudio mediante el IgG es clave, ya que es un anticuerpo que aparece en momentos avanzados de una infección y que tiende a permanecer en el tiempo, por lo que es posible incluso detectarlo cuando una persona ya superó una enfermedad.
El estudio se realizó entre el 10 y el 26 de junio y en total se visitaron 398 domicilios con 577 viviendas, de las cuales 489 compartían baños y cocina. 873 personas aceptaron ser testeadas de forma voluntaria, se hizo en la puerta de sus domicilios y la edad promedio fue de 38 años. La mayoría (57,2 por ciento) eran mujeres.
El estudio fue realizado por investigadores de la Dirección General de Salud Comunitaria y de Atención Primaria, ambas dependientes del Ministerio de Salud porteño.