10 Enero de 2017 18:54
Una grabación que provoca espanto, violencia en estado puro que surge desde un teléfono. Sabrina Pérez D´Alvia se separó de su pareja el año pasado, después de discusiones violentas, a los gritos, empujones, zamarreos. Lo que vio del padre de su hija no le gustó y decidió dejarlo.
Cuando las amenazas comenzaron a repetirse, Sabrina denunció a Damián Baridó ante la Justicia y ante la Policía. Pero el muchacho se puso de la cabeza cuando las amigas y familiares de Pérez D´Alvia comenzaron a publicar los videos con las amenazas en las redes sociales.
Sabrina tiene una hija con Damián y tres hijos de relaciones anteriores. En los últimos audios la amenazó a ella, a sus hijos y a sus familiares. Les dice que se pongan chaleco antibalas porque los va a matar a todos. Estuvo en la casa de ella y rompió los vidrios que dan a la vereda a golpes.
“Vi en la tele otros casos y no puede creer que eso me estaba pasando a mí. Pero no dejé que el tema creciera. Nunca me llegó a golpear, pero ví en él una olla a presión a punto de estallar. Cómo los chicos hacían ruido se puso a gritar. Casi le pega a mi hija mayor. Eso fue suficiente para mí”, explicó Sabrina.
Cuando Sabrina le pidió Damián que se fuera de la casa, al principio parecía que la situación no se iba a complicar. Iba a buscar a la hija, la llevaba y después la devolvía. Volvieron a estar juntos unos meses más, hasta que la violencia se hizo presente otra vez. Y ya no dio para más.
Las denuncias que Sabrina hizo contra su ex pareja son tantas que perdió la cuenta. Lo denunció en la comisaría 32a., con jurisdicción en Parque Patricios, en la Fiscalía Descentralizada de Pompeya, en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y en la delegación de la Policía Metropolitana de la comuna 4. La causa penal en trámite lleva el número 13469.
La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte fue creada por iniciativa de la jueza Elena Highton de Nolasco en 2008 “para responder de manera rápida y efectiva a la demanda de casos de violencia familiar en la Ciudad de Buenos Aires”. Según consignó la oficina de prensa de la Corte, “desde el inicio de su funcionamiento -15 de septiembre de 2008- hasta el 15 de diciembre de 2016, acudieron a la OVD 116.681 personas afectadas por esta problemática”.
Ninguna de las denuncias parece haber detenido la violencia de su ex pareja. “En diciembre iba a llevar a los nenes al colegio. Y me intercepta en la calle. A los gritos de nuevo, me dice que me va matar. Me quiere sacar a la nena y un bolso que llevaba. Yo tenía un botón antipánico y lo empecé a buscar en la cartera. Y él me decía que no lo tocara. Después dio la vuelta a toda velocidad y me tiró el bolso. La policía vino al ratito, pero ya se había ido. Son segundos en que no sabés que hacer, como reaccionar. Además estaba con mis hijos”, cuenta Sabrina.
En la fiscalía de Pompeya/Parque Patricios donde se tramita su denuncia, tienen copias de los mensajes de voz que le dejó grabados y los videos que aparecen en esta nota. Desde hace unos días cuenta con custodia policial en su domicilio. Pero se siente presa en su propia casa y teme cruzarse con su ex pareja en la vereda.
“El vive con ganas de querer matarme”, dice Sabrina después de haber recibido la última amenaza de su ex pareja. “Voy a matar a tus hijos adelante tuyo”, le grita su ex, mientras repite la palabra putita, putita, a cada segundo, como una ametralladora. Damián tiene una restricción perimetral que no cumplió hasta ahora. Tras las última amenazas, tiene una custodia en la puerta de su casa. Pero no sabe hasta cuando durará.