El Manchi -de padres desconocidos, aunque se sospecha que uno de los dos es dálmata- y Goliat -labrador más grande, aunque no más hábil- comenzaron a disputar en algún lugar del Gran Buenos Aires una suerte de "Torneo de Verano" en la disciplina "Cinchado de sábana". Aunque el favorito era Goliat, ya sabemos lo que ocurre cuando la habilidad y la picardía confrontan con el tamaño y la fuerza.
Una y otra vez, parecía que el labrado iba a quedarse con la sábana entera. Sin embargo, nada de eso ocurrió. El Manchi resistió la embestida de Goliat una y otra vez y no hubo modo de torcer el empate. Una estrategia de lucha inteligente y contragolpeadora le permitió sostener un muy meritorio empate.